Capítulo 108:

 La ecografía se llevó a cabo, Lucero sonreía al ver cada parte del cuerpo del bebé, aunque no mostraba si era niño o niña, de vez en cuando ella miraba a la puerta esperando que Fernando entrara, pero no, la cita dio fin y él no llegó, el médico le dio las nuevas recomendaciones y las imágenes ecográficas las llevaba en su manos, al salir de la clínica Fernando venía corriendo:

- Llegué!!!
- Quieres ver a tu Hijo? Toma…- Lucero le entregó el sobre con las imágenes.
- Espera. Ya?
- Qué esperabas Fernando? Que Toda la vida estuviera allá sentada para ver si te dignabas llegar?
- Lucero, pero es que…
- Es que qué, es que tu trabajo, es que las reuniones, es que, es que, es que, Me cansé de esto Fernando. Me Cansé.- Lucero alargó su brazo para tomar un taxi, Fernando corrió y se puso en frente de ella.
- Ahí está el auto, Yo te llevo.
- No, debes irte a la oficina.
- Vamos, te llevo a la casa.
- Déjame, Yo puedo irme Sola, quiero estar sola.
- Pero yo no pienso dejarte Sola.
- Dejarme Sola? Ja ja ja Más?
- Hablemos Sí?
- Cuando tengas Tiempo Nos vemos en la casa, si llegas a dormir. – Ella subió al taxi.
-Lucero!!! Lucero!!! LUCERO.

Fernando llamó a Manuel para que lo acompañara a tomar algo, se habían hecho muy buenos amigos; Fernando sentía que no podía llegar alterado ante Lucero, tenía que dejar que las cosas tomaran bonanza.
- Qué sucede?
- No Lo sé, es que en la oficina últimamente está llegando muchas cosas, he estado muy ocupado entre el trabajo y la Universidad, y Lucero no entiende eso.
- Y tú has entendido que ella necesita de tu presencia, de tu atención?
- Si Manuel, He tratado de llegar a casa y verlos despiertos, de encontrar a Mi Esposa y mis hijos esperándome, pero la noche parece que se me acorta.
- Te estás dejando ganar por el trabajo, lo estás poniendo por encima de tu familia.
- Eso Nunca.
- Mírate Fernando, eso es lo que te está sucediendo. Ya casi te gradúas de la Universidad, porque no te relajas un poco con eso, Lucero en este momento necesita de tu compañía.

Lucero llega al apartamento, Saluda a sus Hijos que estaban jugando en su cuarto.
- Cómo les fue, Mi Niña?
- Bien Nana.
- Segura?
- Si Nana, segura, vengo algo cansada, quiero recostarme. Chao Mis príncipes ahora vengo a jugar con ustedes.
- Y Fernando?
- Eeee En el trabajo.- Lucero se encierra en su cuarto, se sienta frente a su peinadora, ve su reflejo en el espejo, acaricia su vientre y las lágrimas, sin permiso alguno, se asoman, las limpia, pero ellas siguen saliendo, de repente Lucero pone sus manos sobre el rostro y comienza a llorar.
- Qué fue lo qué pasó?, En qué momento llegamos a esto?.

-       No lo sé, Es cierto lo que dices Manuel, me dejé encerrar por mi trabajo, ahora voy a la oficina y me iré lo más pronto posible para mi casa. Tengo que hablar con Lucero de todo esto.

-       Y Por qué no vas con ella de una vez?

-       Me salí de una Junta y tengo que regresar a ver cómo terminó.

-       Ay Fernando!

-       Si si si, ya sé, pero qué hago? Ya quedé en volver.

-       Cuídala Fernando, Cuídala.

Lucero trató de calmarse, respiró profundo, se secó las lágrimas y salió a jugar con los niños:
- Corre Rafael, Veeeen!!!- El pequeño ya caminaba por sí solo, José Miguel jugaba con su balón.
- Mami y mi papá?
- En el trabajo, Mi Amor.
- Pero mi papá trabaja mucho, ya no juega conmigo al fut.- Lucero pasó un trago de saliva.
- Pero está Rafael, puedes jugar con él.
- Pero Rafa se cae cada vez que corre, y tú no puedes correr por tu pancita.
- Mi Vida, Papi eee Tu Papá, esteeee, es que tiene mucho trabajo, pero…
- Yo quiero que esté aquí.
- Qué te parece si mejor vamos a tomar una rica malteada que nos hizo Ofelia?
- Siiiiii, y le guardamos a Papá.
- Sii!!!!... Dios mío, Los niños también están sintiendo la ausencia de Fernando.

Fernando se fue para la Oficina, los miembros de la junta le comentaban las conclusiones a la que cada uno había llegado, Fernando parecía que les prestaba atención, pero su mirada estaba puesta en el Reloj, quería salir corriendo para su casa, la reunión se alargó y se hizo tarde.
- Perdón señores les debo pedir un permiso, creo que mi papel ha terminado, debo ir a casa.
- Claro, sigue, el Lunes te daremos los por menores del resto de la reunión.
- Ok, Hasta luego.

Fernando llegó a su casa, todo estaba oscuro.
- No!! Otra vez no pude llegar a tiempo. Por qué!- Fue al cuarto de los niños, los observó por unos minutos, abrigó a Rafael que estaba un poco destapado y pasó a su cuarto, Lucero estaba dormida, acostada a medio lado, él se quitó su saco y se soltó la corbata, se acercó a ella y la abrazó por la espalda acariciándole el vientre.
- Perdóname, Mi Amor. No supe en qué momento me dejé ahogar por el trabajo, Mi Bonita. – Lucero siguió durmiendo, se acomodó entre dormida y continuó con su sueño. Fernando se levantó de la cama y vio el sobre de las ecografías, comenzó a analizar cada una de ellas, sonreía al poder ver cómo estaba creciendo su hijo o hija. Ahí sentado, en un amplio mueble se quedó dormido, al otro día, sábado, Lucero despertó primero, Lo vio ahí, lo observó unos segundos y se metió a la ducha, Fernando seguía profundo. Lucero se arregló, arregló a los niños y le pidió a Ofelia que los acompañara a un parque.
- Y Fernando?
- Queda durmiendo.
-No va ir con nosotros?
- No Nana, déjalo descansar, debe estar agotado, muuuucho trabajo.
- Pasa algo?
- Nada Nana, sólo que quiero salir a distraerme con mis hijos, solo eso.
- Sin tu esposo?
- Vas a ir con nosotros?
- Está bien, vamos.

El celular de Fernando sonó, Era uno de sus compañeros de la Universidad, él se levantó inmediatamente:
- Eeeey Fernando.
- Cómo has estado?
- Bien,
- ya enviaste el proyecto?
- Si, ayer en la mañana.
- Bueno Viejo era para eso, pensé que no lo habías Hecho.
- Gracias, Cualquier cosa me llamas luego.- Fernando colgó y se percató que no había nadie en casa, buscó en todos los cuartos pero no encontró a ninguno. Le timbró en repetidas ocasiones a Lucero pero ella no contestó, él decidió ducharse, arreglarse, Le Timbró de nuevo y esta vez si respondió.
- Bonita?

- Hola. - Dónde están todos?
- Disfrutando de un radiante sábado.
- Saliste con los niños y no me dijiste?
- Te veías muy cansado, preferí dejarte dormir.
- Dónde están?
- En el parque.
- En Cual?
- En Un Parque, Fernando.
- No Seas Grosera Lucero y dime en cual parque? Quiero ir y estar con ustedes.
- Ya casi vamos para la casa.
- Sabes que no debes salir sola y menos en tu estado y con los niños.
- No salí sola, estoy con mi nana, además estoy embarazada no paralitica.
- Lucero, en qué parque están?

- Ya vamos para la casa- Lucero colgó y comenzó a llamar a los niños para que se fueran para la casa.
- Pasa algo con Fernando?
- No Nana, solo que ya se despertó y pues quiere jugar con los niños.
- Y por qué no vino hasta aquí?
- Porque le dije que nosotros ya vamos para la casa.
- Aaaaah Ya entiendo.

Al llegar a casa José Miguel y Rafael corrieron a los brazos de su papá, Lucero se acercó y le dio un beso, algo simple.
- Papá hoy si vas a jugar al fut con nosotros?
- Si Campeón!! Hoy y todos los días.
- Y Tu Trabajo?
- Mira Hijo, les prometo que ustedes y su mamá van a ser siempre mi prioridad.
- Que es pioridad.
- Jajajaja Prioridad, es decir que ustedes van ser siempre primero que todo y que todos.
- Siiii. – Lucero escuchaba lo que les decía Fernando a los niños y pasó para la habitación.
- Ya vengo campeones, voy a hablar con Su Mamita y vuelvo para Jugar.

-Podemos Hablar?
- De qué quieres hablar?
- Lucero, Por favor.
- Por favor qué Fernando?, qué?
- Perdóname Si?
- Fer, qué te pasó? Un Día prometiste que nunca me ibas a dejar sola, y es lo que has estado haciendo estos últimos días, han llegado noches en las que ni siquiera vienes a dormir, ayer no llegaste a tiempo a la ecografía, los niños extrañan que juegues con ellos. Dime, Por favor qué?- Ambos quedaron en silencio por unos segundos.
- Acepto que… que me dejé llevar por el trabajo, pero quiero siempre lo mejor para Ti y para mis hijos.
- Lo Mejor? No crees que lo mejor es que estés con nosotros?
- Si Lucero, Si, pero quiero que todo vuelva a ser como era antes, quiero que mi familia siga siendo unida, acepto que todo esto es mi culpa, pero te lo suplico, déjame remediar este error, no dejemos que esto termine en una discusión más fuerte. Además estoy pensando en tu salud, en la salud del bebé. Qué puedo hacer para que me perdones?