Capítulo 78

Este Capítulo va dirigido a Jesica Arenas, ella sabe por qué... Aquí estoy de Nuevo.

- Lucero!!! – Entró Fernando al cuarto, Rebeca escondió su arma- Por qué te pierdes así?
- Mira quién está aquí!!! - Rebeca voltea y muestra su rostro a Fernando.
- Rebeca!!! Qué haces aquí?
- Vine a saludar a mi ex mejor amiga y tú ahora esposa.
- Es mejor que te vayas, ni yo ni mi esposa nos agrada verte.
- Jajaja Fernando y acaso eso me importa. También vine a ver al cumpleañero- Lucero se le acerca y señalándola con su índice le dice:
- Ni se te ocurra tocar a mi hijo.
- Lucero, a quién Prefieres, tu hijo o tu marido?
- Qué? –Lucero recordó el sueño que meses antes había tenido.
- Si eso, prefieres a Fernando o a tu hijo? – Fernando se acerca a Lucero y la protege poniéndola detrás suyo, luego le dice a Rebeca agarrándola de su brazo derecho:
- Ya basta, lárgate de aquí y ni se te ocurra volver. – Rebeca sonríe pícaramente y suelta su brazo de la mano de Fernando, “Hasta Pronto” se despide con ironía y sale del cuarto.
- Fer, y Jose Miguel? Dónde está?
- Tranquila lo tiene tu papá, mira ya esa mujer se fue- Lo Dijo mientras señalaba a Rebeca desde la ventana.
- Esa mujer siempre me ha causado mucho miedo.
- Todo va estar bien, bajemos que algunos invitados te estaban buscando.
- Está bien.

El festejo continuó, la noche llegó y los invitados comenzaron a marcharse. Don Antonio, Margarita y Ofelia iban a dormir en la Hacienda al igual que Fernando, Lucero y el bebé. Todos estaban sentados en la sala, José Miguel se había quedado dormido en los brazos de su abuela, Fernando y Lucero tomaron al niño y lo llevaron hasta su cuarto, luego ellos se fueron al suyo, se recostaron en su cama aún con su ropa puesta, ella se recostó en el pecho de Fernando y meditaba mirando al techo.

-Qué te sucede?
- Cansancio, supongo.
- No tienes cara de cansada, sino de preocupada. Es por lo que sucedió con Rebeca?
- No te lo voy a negar, esas palabras que me dijo trajeron a mi memoria aquel sueño que te comenté.
- Por lo que te preguntó?
- Aja. – Fernando le acaricia el rostro y la voltea hacía él.
- No Te Preocupes mi Bonita, si quieres busco a alguien que cuide de ustedes mientras yo no esté cerca, te parece?
- Me Parece muy bien.
- Para que despejes la mente te quiero comentar algo.
- Qué sería?
- Que me debes un Regalo.
- Yo? Y Regalo de que o qué?
- Pues estoy cumpliendo un año de ser padre.
- En ese caso tú también me debes el mío.
- Entonces, qué propones? – Lucero se levantó de la cama y se puso de espaldas a Fernando.
- No sé, Tú decide. – Fernando se puso de pie detrás de ella, le besó el cuello, bajó con delicadeza el cierre del vestido, a los segundos este cayó a los pies de Lucero, ella se voltea y besa a Fernando, lo despoja de su ropa en un 2x3, de nuevo le da la espalda, él desabrocha lentamente el brasier, y lo lanza a un lado del cuarto, recorre toda la espalda de Lucero con sus besos, ella trata de observarlo por encima de su hombro y sonríe, se voltea y quedan frente a frente, ella toma las manos de Fernando y las pone sobre sus senos, él los acaricia y como un impulso la toma por la cadera y la atrae hacia él, la carga en su cintura y la lleva hasta la cama, la recuesta y besa apasionadamente el pecho y el vientre de Lucero, alza su rostro la mira a los ojos y comienza a bajar el panty luego él se despoja de la única prenda que lo cubría, se acuesta sobre ella, los besos y las caricias eran innumerables, se giran y ella queda sobre él, ahora es ella la que comienza a dejar caminos de besos en el pecho de Fernando, se acomoda sobre él haciendo que entrara en ella con delicadeza, sus movimientos hacia arriba y hacia abajo los complacía a los dos, mientras Fernando acaricia la zona V de Lucero, ella se inclina un poco hacia atrás, él levanta su rostro y ahora acaricia sus senos, ella de nuevo se acerca a él y ambos se besan cómo si nunca lo volvieran a hacer.

-Cómo que estuviste en la Hacienda?
- Si y para mi fortuna, Lucero quedó algo asustada.
- Pero alguien más te vio?
- Si, Fernando, si no hubiera sido por él le hubiera disparado a Lucero.
- Qué? La idea no es hacerla Sufrir?
- Si pero me dieron ganas de acabar con ella en ese instante, pero no pude.
- Rebeca y mi papel cuál es aquí?
- Silvia tu debes hacer que Fernando caiga en tus encantos.
- Pero lo hemos intentado muchas veces.
- pero debemos encontrar una nueva manera de hacerlo.

Fernando y Lucero disfrutaban plenamente de su amor, el sudor de sus cuerpos era la muestra de que habían logrado un placer mutuo, enrollados en las sábanas, ella sentada y recostada en la parte superior de la cama y él acostado boca arriba sobre en sus piernas, ella le acaricia el cabello.
- Creo que la entrega de regalos fue mejor de lo que pensaba, usted que opina señor Colunga?
- Opino que quiero que todos los días celebremos de esta manera.
- Jajajaja que Ocurrencias!!!
- Bonita.
- Dime.
- Te Acuerdas que queríamos un Hermano para Jos?
- Si…
- Te estás cuidando?
- No, lo dejé de hacer unas semanas después de la boda, por qué?
- Porque quiero verte de nuevo embarazada, quiero que tengamos otro hijo.
-Yo También, pero pues no se nos ha dado.
- Debemos trabajar en eso.
- Jajajajaja mas?
- Pues Claro jajajajaja.