miércoles, 29 de octubre de 2014

Capítulo 96:

Silvia salió a buscar a Rafael que no paraba de llorar, Rebeca entró y vió a Lucero tirada en el sucio colchón:
- Pero que haces esto Rebeca?- Le pregunta Fernando con ira.
- Fernando tu caíste por sí solo, nadie te llamo, ella si merece todo mi desprecio, tu mmmmm, bueno no te puedo dejar ir, entenderás, cierto?
- Eres una…
- No me vayas a insultar y deja de pedirle favores a Silvia, Lucero tarde o temprano morirá, no la ves? No ves que ya no puede con ella misma.- Rebeca sale de aquel cuarto.

Mauricio inspeccionaba junto con su grupo de hombres cada uno de los lugares por donde 
se suponía estaría Fernando:
-Muchachos!!! Vayan ustedes por allá, yo iré por aquella montaña.
- Si Señor!!!!
Mauricio recorrió el lugar donde la noche anterior había estado Fernando, encontró un caballo amarrado a un árbol, se bajó del suyo y comenzó a revisar el animal:
- Fernando debe estar por aquí, este es cocuyo, dónde pasaría la noche.

Silvia en un descuido de Rebeca y Alonso cogió a los niños, salió de la casa y se alejó poco a poco, Rafael iba dormido en sus brazos y José Miguel caminaba.
José Miguel a pesar de tener Dos años y medio hablaba muy claro.
- a Dónde vamos?
- a buscar ayuda…
- Mi mami, donde está mami? Y donde esta papi?
- Escúchame nene, vamos a buscar a alguien para que ayude a tus papitos.
- Quiero a mi mamitaaaaa…
- No, No, No Por favor no llores que nos pueden escuchar.
- Me vas a llevar donde papi?
- Si, pero más tarde.
- Nooo ya.
- No hagas berrinche, juguemos a las carreras, si? Tu me debes alcanzar.
- Siiiii.
De esta manera Silvia logró alejarse de la casa, llego a un lugar un poco boscoso, Rafael despertó, su llanto alarmó a Mauricio que se encontraba cerca de ellos.
- Quién está ahí? – Silvia trataba de no hacer ruido y calmar al bebé.
- José Miguel no corras ven, ven campeón- En un bajo tono de voz.
- FERNANDO!!! LUCERO!!!
- Es ayuda!!! AQUIIII. Por aquí ayudameeee…- Mauricio escuchó el grito de Silvia y fue hasta donde ella estaba.
- Oye, Tu no eres Silvia?, No eres tu…
- Si si soy Silvia, y tu eres el guardaespaldas de Lucero.
- Jos!! Rafa!!! Por qué los tienes Tu?
- No es momento de dar explicaciones, ayúdame a salir de aquí con los niños.
- Dónde está Lucero?
- En una casa por aquel lado de la montaña.
- Cómo sé que no le harás daño a los Niños?
- Ay Por Favor, tú crees que si quisieras hacerle algo ya no lo hubiera hecho?, además estoy arriesgando mi vida para salvarlo.
Mauricio se convenció de que lo que Silvia decía era muy lógico, los llevó hasta donde estaba una parte del grupo, les pidió llevarlos hasta la casa Pirncipal de la Hacienda.

En La casa, Fernando trataba de despertar a Lucero, animándola para que despertara:
- Bonita, Lucero, vamos abre tus ojos.- Ella ahí acostada, desatada, sólo parpadeaba.
- No puedo más.
- Si, Si Puedes, Hazlo por Jos, por Rafa, por mí…
- Fer, Te Amo.
- Yo a ti Bonita, pero debes ser fuerte, debes levantarte y ayudar a desatarme, yo sé que puedes.- Lucero intento levantarse, sentía que su cuerpo se iba de un lado a otro.
- Fer no puedo.
- SI Puedes, vamos Mi Bonita.- Fernando notó que en el plato que había llevado Silvia había un pequeño cuchillo- Escúchame Lucero, mira aquel cuchillo.
- Mi Cielo pero…
- Tu eres una mujer Fuerte, vamos si hazlo. – Lucero lentamente tomó el cuchillo y llegó de nuevo hasta donde Fernando. – Bueno Mi Princesa, Tu puedes.
Tras varios intentos y poco a poco la soga que ataba a Fernando se soltó.

Silvia llega a la Hacienda, Margarita ve llegar a sus nietos y corre hasta ellos:
- Silvia!!!
- Perdón Señora, Perdón.
- Qué está pasando? Tu Qué haces aquí Con mis Nietos? Dónde Está Lucero?
- Son muchas preguntas juntas, le puedo explicar.
Alonso llegó con algo de víveres…
- Rebeca mira lo que traje, esto servirá para el desayuno.
- Que Bien ya moría de Hambre.
- Y Silvia?
- Debe estar con los escuincles esos que no paraban de llorar.
- Ve y la llamas, debo informarles lo que haré con Lucero.
- Y Fernando?
- él Morirá, en cambio con Lucero me pienso ir del país.
- Qué?
- Ve a buscar a Silvia, ¡te dije!

Fernando logró soltarse, abrazó fuertemente a Lucero, ella ya no daba para más, él la cargó y la acostó en el colchón, la puerta de la habitación estaba sin seguro puesto que Rebeca pensaba que Fernando no lograría desatarse. Él salió e inspeccionó el lugar, observó a Alonso de espaldas a él, comiendo algunas frutas, de repente llega Rebeca al lado de Alonso:
- No Encuentro a Silvia
- Como que no la encuentras? Y los Niños?
- Tampoco están.
- Maldita sea!!! Ya buscaste bien?

Fernando corrió y cargó a Lucero nuevamente, aprovechando que Alonso y Rebeca se habían puesto a buscar a Silvia, él la sacó de la casa, caminó unos cuantos metros por la parte de atrás de la casa.
- Vamos Lucero, debes aguantar, no te me mueras Bonita, reacciona.
-Rebeca, Silvia Se escapó con los niños!!!
- Eso no puede ser, Silvia no pudo habernos hecho esto.
- Pero lo Hizo, tu amiguita se fugó de nosotros.
- Si quieres puedo ir a buscarlos.
- Que esperas? Anda…

Mauricio regresó luego de haber puesto a salvo a Silvia y a los niños, siguió las indicaciones que ella le había dado, esta vez iba acompañado por dos hombres más.

Alonso se levantó airado y se dirigió hasta el cuarto donde él pensaba que estaba Lucero:
- Qué pasó aquí? Maldita sea!!! REBECA!!!

sábado, 25 de octubre de 2014

Capítulo 95:

"Perdonen que las tenga olvidadas... aquí les dejo un Capítulo corto pero interesante"


-Nunca había visto aquella cabaña - Fernando se acercó lentamente, logró visualizar a un hombre a las afueras, se veía algo angustiado,  se acercó poco a poco y se dio cuenta que era Alonso. Prudentemente dejó su caballo atado a un árbol, llegó hasta una de las ventanas, Rebeca dormía en un viejo mueble. – Que hacen estos dos aquí?, Lucero!!! Ellos deben tenerla.

Silvia estaba en el otro cuarto con los niños, ella trataba de que el encierro no les afectara mucho, cada segundo lamentaba ser parte de este plan, quería salir corriendo pero no quería dejar a los pequeños en manos de Rebeca y Alonso.

Fernando logró entrar sin despertar a Rebeca, trataba de buscar algo que le confirmara que Lucero estaba en ese lugar; su amor hizo que se interesara en abrir una pequeña puerta que estaba asegurada por fuera, la abrió con cuidado y vio a su bonita ahí acostada, Corrió y la abrazó, Con Voz susurrante:
- Bonita?, Bonita despierta…
- Fer!!! Fernando dime que eres tu?- Exclamaba ella con su voz cansada.
- Shhhhh, no nos pueden escuchar.
- Fer, los niños. – Sus Labios y sus ojos no lograban abrirse muy bien, la deshidratación y el frío causaban agotamiento en ella.
- Dónde están? Lucero por favor mírame, Lucero, escucha, Dónde están los niños?
- Silvia, Silvia…
- Silvia? Qué pasó con Ella? Silvia está aquí?
- Rafa, dónde está Rafa? Dónde está José Miguel?
- Lucero, escúchame, te voy a sacar de aquí, Lucero no, no mi vida no te duermas, abre tus hermosos ojos Princesa; Dios Mío!!! Ardes en fiebre.- Fernando en ese momento acomodó sus brazos para cargar a Lucero, de repente siente un arma en su cabeza:
- Déjala ahí!!!
- Rebeca!!
- Me juré que ella iba a sufrir y mira, que bien lo estoy haciendo.- Fernando se levantó del suelo, donde estaba arrodillado, abrió sus brazos.
- Y qué pretendes conmigo? Matarme? Hazlo…
- No, bueno no en este momento;  Mira llegaste como caído del cielo. Levántate!!!- Le ordenaba apuntándole con el arma.
- Esto es estúpido.
- Tu eres el Estúpido que no supiste cuidar a tu esposa y tus hijos.
- Cállate Rebeca!!
- Cállate Tu Si No Quieres morirte de una vez con balazo en la cabeza.
Alonso logró escuchar la discusión y corrió rápidamente:
-  Qué está Pasando?
- Maldito Alonso, tu también estás metido en todo esto.
- Fernando!!!
- Debí suponerme que un cobarde como tu iba a planear algo en contra de Lucero
Rebeca no bajaba el arma, Lucero seguía inconsciente.
- Voltéate!!
- No lo haré.
- Fernando dije que te voltearas sino quieres ver a tus hijos pff llorando porque su mamita ya no está con ellos. – Fernando obedeció, Alonso cogió el arma y con está lo golpeó en la cabeza, cayendo Fernando al lado de Lucero.
- Rebeca Busca a Silvia y amárralo!!
- Como digas.

En la Hacienda la preocupación y la incertidumbre aumentaban, Margarita sólo tomaba Tés que le ayudaran a tranquilizarse. Don Antonio se imaginaba qué le podría haber pasado a su hija, sus nietos y su yerno.
- Mauricio!!!
- Si Don Anotonio, Dígame.
- Qué sabes de Fernando?
- Señor lo Probable es que Fernando pase la noche en la montaña.
- Y por qué no van y lo buscan a él también.
- Don Antonio eso lo haremos mañana, cuando amanezca, todos iremos en busca de sus familia.
- Mauricio no me defraudes.

La noche Transcurrió, al despertar Fernando estaba atado a una silla y Lucero seguía tirada en el suelo, Silvia entró con algo de desayuno y agua.
- Qué haces aquí Silvia? No Me digas que tu estás metida en…
- Sólo come, además esa es mi obligación.
- Silvia dime donde están los niños? -  Ella se le acerca un poco.
- Te lo dije de diferentes Maneras que los cuidaras, Pero Mira dónde estas.
- Te puedo pedir un favor?
- Fernando, no, me tengo que ir.
- No dejes morir a Lucero, busca algo para abrigarla y líquido,  Silvia…- Rebeca entra.
- Qué haces aquí? Lárgate que el menor de esos mocosos no deja de llorar.


Mauricio salió con una comitiva de trabajadores y hombres especializados, El otro guardaespaldas también iba acompañado por un grupo.

lunes, 20 de octubre de 2014

Capítulo 94:

-Silvia!!! Por favor!!!
- Quédate ahí Silvia no te acerques más – Le Ordenó Alonso.
- Es solo un Momento – Reprochaba Lucero.
- Te dije que solo los ibas a ver por un momento.
Silvia sin pronunciar palabra, solo con el movimiento de sus labios le dijo “Perdón”, se dio vuelta y se fue con el bebé en brazos.

Fernando y Mauricio llegaron de nuevo a la Hacienda, ambos comenzaron a reunir a los trabajadores para que les ayudaran en la búsqueda de Lucero y los niños.
- Antes de seguir con esto, Insisto que debe llamar a la ciudad de Mexico.
- Si tienes razón.- Fernando llamó a Don Antonio, esta vez contestó:
- Fernando que sorpresa!!!
- Don Antonio, no le tengo muy buenas noticias.
- Qué pasó?
- Lucero y los niños…
- Habla Fernando que pasó con ellos?
- Desaparecieron.
- Cómo??? – Fernando le explicó resumidamente a Antonio lo que sucedió, inmediatamente el Padre de Lucero llamó a Margarita, ambos se marcharon para el pueblo junto al otro guardaespaldas.

Alonso de nuevo vendó los ojos de Lucero y se la llevó para el cuarto.
- Qué Pretendes al hacer esto?
- Tenerte cerca.- le decía mientras la soltaba y le destapaba los ojos.
- Imposible, de esta manera no conseguirás nada.
- Ya lo Conseguí, te estoy viendo, te puedo tocar…
- Ni se te ocurra ponerme una mano encima.
En ese momento llega Rebeca:
- Vete Alonso debo hablar con mi amiga. –Alonso saltó las muñecas de Lucero y se marchó.
- Tu Amiga?
- Eso decías ser cuando estudiábamos juntas no?
- Eso creía que eras, Una amiga.
- Lucero, Lucero, Lucero, ahora entiendes el Por qué de mi Pregunta? Qué dices ahora, Fernando o tus Hijos?
- Qué buscas al hacerme esa pregunta?
- Solo Responde.
- Ya tienes a mi hijos aquí, para que me pones a elegir.
- Si decidías que Fernando, te ibas tú y juntos podían buscar a sus hijos; pero si decidías por tus hijos, ellos quedarían libres.
- Decido por mis hijos.
- Ya es tarde Lucerito. Es Tarde!!!
- Por qué me haces esto?
- Porque te odio.
- Qué te hice para que actúes así?
- Nada…
- Entonces?
- Siempre lo tuviste todo, siempre fuiste la niña perfecta, Lucerito la niña rica, la niña buena, la niña más linda.
- Por eso?
- Te parece poco, siempre fui tu sombra, me conocían porque era amiga de la popular.
- No es mi culpa, nunca te desprecie, nunca me deje deslumbrar por mi situación económica, por el contrario siempre te brinde mi ayuda.
- Pero yo no quería tu ayuda, quería todo lo que tenías.
- Por eso te metiste con Manuel!!!???
- SI, si Lucero por eso, quería que él fuera mío, cuando me casé con él pensé que ya había logrado obtener todo lo que tu querías, nos fuimos para New York y todo iba muy bien, hasta que a Manuel se le ocurrió la idea de regresarnos a México.
- Eso tampoco fue mi culpa, Manuel reapareció en mi vida cuando yo ya estaba con Fernando, al fin y al cabo ya habías obtenido lo que querías, por qué la obsesión de arruinarme la vida?
- Porque tú eres una maldita sombra de mi pasado.
- Eso lo debería decir yo y no lo hago porque mi sombra se despejó cuando apareció Fernando en mi vida.
- Él sabe de tu aborto?
- Tú como sabes eso?
- Tu Medico me lo contó creyendo que yo te podía ayudar…
- Eres una… Lucero se levantó para tratar de cachetear a Rebeca pero sus fuerzas no se lo permitieron, por el contrario Rebeca la empujó cayendo al piso, golpeándose la cabeza y quedó inconsciente.

Fernando, Mauricio y los trabajadores se distribuyeron por el pueblo y por las afueras de este en búsqueda de Lucero y los niños. Recorrían a caballo los lugares cercanos, lo que no sabían es que la pequeña casa donde estaba capturada Lucero estaba bastante alejada, no conocían de su existencia.
- Donde puedes estar mi bonita, dónde?, Dios dame fuerzas, ayúdame a encontrarlos.

Rebeca salió del cuarto, llegó hasta donde estaba Silvia con los niños:
- Ya hablaste con Lucero?
- Si, pero la muy tonta trató de cachetearme y la empujé, creo que se golpeó la cabeza.
- Y por qué no le dices a Alonso?
- Alonso la quiere viva, yo no.
- Esto ya no me está gustando.
- No seas Imbécil Silvia.
- Rebeca, pero esto ya está fuera de nuestras manos, mira estos niños, ellos no tienen la culpa de nada, qué ganas con tenerlos aquí? – Rebeca se quedó observando los niños, José Miguel dormía y Rafael le sonrió estando en los brazos de Silvia.
- Son sus hijos, eso.
- Querías ser madre? – Rebeca se quedó pensativa, sus ojos se llenaron de lágrimas, se volteó.
- NO!- Se marchó.

Don Antonio y Margarita llegaron a la Hacienda, El guardaespaldas que iba con ellos había llamado a un grupo especializado. Ya estaba llegando la Noche, en la hacienda no estaba Fernando, Mauricio llegó y los encontró a todos en casa.
- Don Antonio qué bueno que vino con ellos.
- Tu compañero los contactó. Y Fernando?
- No lo sé, él se fue por la montaña, a mí me envió para el pueblo.
- Qué han sabido de mi hija y mis nietos?
- Nada, desaparecieron en medio de la tormenta de anoche.
- Ya es muy tarde y Fernando no aparece.- Margarita se acerca e interrumpe.
- Mi Hijo no creo que se dé por vencido, ama tanto a tu hija que hasta no encontrarla no creo que regrese. Pero me preocupa.
- Si, debemos enviar a algunos de los hombres para que lo busquen.

Rebeca ató a Lucero en sus muñecas con una cuerda colgada del techo, poco a poco comenzó a despertar, el golpe y el no haber comido nada durante el día la tenían mareada, no lograba ver bien, no detallaba bien las cosas, veía borroso. Rebeca se marchó y fue por Rafael, regresó con él en brazos. Lucero logra recobrar la consciencia:
- Qué haces con Rafael?
- Te lo traigo para que vea a su mami.
- No Le hagas Daño- Lograba Pronunciar Lucero con su voz cansada.- No te hagas la Sorda, entrega a mis hijos, haz lo que quieras conmigo pero a ellos déjalos libres.
- Eso quieres?
- Por Favor!!!
- Suplícame.
- Mírame Rebeca como estoy, atada, hambrienta, Sin fuerzas, lo único que quiero es que dejes ir a mis hijos.
- Suplícame!!!! Te dije.
- Por Favor Rebeca, Te lo suplico.
- Voy a pensarlo…
- Rebeca, Rebeca… No los dejes morir, no les hagas daño.- Rebeca se volteó y se marchó, en ese momento llega Alonso con algo de agua y comida que tenían en la camioneta.
- Donde tenías al niño?
- Con su madre.
- y que le dijiste? la estabas atormentando?
- No va a salir viva de aquí, que lo disfrute sus últimos momentos. Hablando de eso, cual es el plan ahora Alonso?, cuando le dispararás a Lucero?
- No he pensado en eso.
- La idea es que muera, no?
- Voy a comer algo, déjame pensar.


Ya era de noche, la oscuridad no dejó avanzar mucho a Fernando, se bajó de su caballo y a pie lo guiaba con su cabestro, logró visualizar las luces de un lugar algo alejado.

martes, 14 de octubre de 2014

Capítulo 93:

Fernando y Mauricio quedaron atrapados en el lodo que se había formado por la tormenta, al tratar de continuar el camino la camioneta no dio paso para avanzar, Ambos se bajaron pero no lograron solución, quedaron en medio de la nada, de nuevo se subieron a la camioneta buscaron con que secarse y esperaron que la lluvia calmara.
Lucero se acostó en aquella colchoneta en forma fetal, no dejaba de sollozar, se volteó y mirando hacia arriba suplicaba al cielo:
- Dios te pido que nada malo le suceda a mis hijos, ayúdame a salir de aquí para poder recuperarlos, dame fuerzas, por favor!!
Silvia se había quedado acostada con los pequeños a quienes había abrigado muy bien para no generar en ellos alguna enfermedad; Alonso y Rebeca se quedaron haciendo guardia, pero dormían de vez en cuando.

La noche transcurrió, el sueño venció a Lucero, al igual que a Fernando y a Mauricio, al siguiente día Poco a poco la luz del sol comenzaba a mostrarse, un llanto despertó asustada a Lucero, Rafael había despertado con hambre, el niño no hacía más que llorar, Lucero se levantó rápidamente y comenzó a golpear la puerta del cuarto donde estaba encerrada:
- Rafael!!!! Traigan a mi Hijo, qué le están haciendo? Sáquenme de aquí, quiero ver a mis hijos. –Alonso se acercó por el otro lado de la puerta.
- Te callas!!! Gritando no conseguirás nada.
- Alonso no toques a mis hijos.
- Esos niñitos? A mí me interesas Tu, no ellos.
- Por eso mismo déjalos libres, llévalos al pueblo.
- Deja de decir estupideces.- Alonso se marchó y dejó a Lucero hablando sola.
- Alonso!!! Alonso??? ALONSO.- Los golpes en la puerta eran más fuertes, de repente comienza a deslizarse llorando sobre su brazo, cae de rodillas al piso.
José Miguel despertó con el llanto de su hermano, Silvia no encontraba cómo calmar a los niños, Rebeca se acerca a ellos con rabia:
- Qué quieren ahora?
- No les grites así, tienen hambre no ves?
- Sabes prepararles biberón?
- Si, ya voy a prepararlos.
- No te Demores, tenemos plan para ellos.
- No le piensan hacer daño a los niños?
- Tu haz lo que dije.

Fernando y Mauricio al despertar se bajaron a buscar ayuda, cómo pudieron lograron sacar la camioneta del lodo, llegaron al pueblo a pedir ayuda, el pueblo estaba solo, a pesar de que era fin de semana, muy poca gente caminaba por ahí. Fueron a buscar al hombre encargado de la seguridad del poblado:
- Buenas Comandante, me dijeron que usted me puede ayudar a encontrar a mi esposa?
- Joven Fernando!!!
- Me conoce?
- Si, cuando eras un muchachito, no te acuerdas de mi?
- La verdad no, pero no vengo a saludar, vengo por ayuda.
- Si perdón, me dijiste que no encuentras a tu esposa?
- Si Señor, ayer desapareció de la Hacienda.
- Esposa? La Hermosa mujer con la que viniste hace algunos meses?
- Siiii comandante, me va a ayudar  no?
- Pero es que no han pasado ni doce horas.
- Y usted pretende que yo espere que mi esposa y mis hijos desaparezcan mas de 3 días para salir a buscarlos?
- Entiendo tu ira, pero la ley es la ley.
- No puede ser, que estupidez.- Fernando salió lleno de rabia de aquel Lugar, Mauricio lo esperaba recostado al auto:
- Que dijo?
- Sube, tu y yo nos encargaremos de que a Lucero y a los niños no les pase nada.
- Pero que le dijo el señor ese? Que

- No, Mauricio, no nos ayudará.
- Fernando, creo que deberíamos avisar en el D.F lo que está pasando.
- Si tienes razón. –Fernando intentó desde su celular pero no funcionó –Las líneas están caídas, eso debe ser por la tormenta de anoche.
- Entonces Fernando en nuestras manos está rescatar a su esposa y sus hijos.

Silvia les dio biberón a los pequeños, Rafael logró calmarse un poco, en cambio José Miguel seguía llamando a sus papás, Alonso se acerca al cuarto donde se encontraba Lucero, abre la puerta e ingresa:
- Quieres ver a Tus hijos?
- Claro que si!!!
- Debes ser obediente.
- Cómo obediente?
- Debo vendarte y atarte, solo eso.
- Y cómo pretendes que vea a mis hijos si voy a estar vendada.
- Vas a ser obediente, si o no?
- Está bien- Alonso tomó las muñecas de Lucero y las ató en su espalda, vendó sus ojos, la sacó del cuarto y la sentó en una incómoda silla de madera, asegurándola de modo que no pudiera levantarse de ahí por sí sola. Rebeca llevaba a José Miguel cargado, no paraba de llorar, Silvia llevaba al pequeño Rafael; Lucero al escuchar el llanto del mayor de sus hijos comenzó a llamarlos:
- José Miguel!!! Rafael!!! Están ahí?
- Mamiiiii, Mamiiii – Gritaba José Miguel tratando de soltarse de los brazos de Rebeca. Alonso levanta la venda de los ojos de Lucero:
- Mi Príncipe, estás bien? Donde está tu hermanito?
- La otra señora lo tiene. (Muy pocas palabras pronunciaba claras pero si eran entendibles) – Lucero tenía a unos metros a sus hijos pero no los podía tocar.
- Me puedes desamarrar?, así no puedo abrazar a mis hijos.
- No, sólo es para que los veas.
- No seas Animal Alonso, no me hagas esto, no me tortures de esta manera.
- Bueno, ya estuvo bien.
- No Alonso, No te los lleves – Lucero se movía en la silla tratando de soltarse – Y Rafael? Dónde está Rafael?
- Aquí- Dijo Silvia al entrar con el bebé en brazos.


lunes, 13 de octubre de 2014

Capítulo 92:

"Capítulo dedicado a Mis Lucerinas Colombianas e Intensas jajajaja... Ahí está Chicas... Esto se pone Bueno"

-No, No Grites, tu esposito está muy lejos para escucharte
- Qué quieres Alonso?
- Verte, eso quiero- Lucero se aferraba a su hijo y observaba al otro pequeño.
- Lárgate y déjame en paz.
- No, Vengo por ti y lo cumpliré.

Silvia había hecho los disparos y corrió hasta donde estaban sus cómplices,
- Silvia!!! Tú También. – Silvia entró agitada, observó a Lucero y la ignoró.
- Debemos apresurarnos, ya cayeron pero no demoran en regresar.
- Esta bien- Responde Alonso sonriéndole a Lucero- Rebeca Carga al Mayor.
- No Toques a mi Hijo. Nooooo. Suelta a José Miguel.- Alonso la tomó de un brazo fuertemente. Ambos Niños lloraban sin consuelo.
- y Tu Silvia, el bebé.
- No Me hagan esto por favor. Suelten a mis hijos. – Silvia cargó al bebé, miró a Lucero y suspirando le exclamó un “Perdón”.
- Vayan, cómo dijimos.- José Miguel lloraba fuertemente, solo gritaba “Mamá, Nooo, Mamiiiii, Veeeen, Mamiiii”
- Alonso que haces? Sueltame, Nooo. – Rebeca y Silvia salieron de la habitación con los bebés, Él se quedó con ella adentro.
- Solo quería amarte pero no te dejaste.
- Tú estás Loco, Suéltame, Fernando ayudameeee – La tenía abrazada a la fuerza, de repente la recuesta a la pared.
- Loco? Sabes por qué estoy aquí? Porque ese amor aun lo tengo en el pecho.
- No me vas a hacer daño o si?
- Sólo quiero que sientas el encierro y la soledad que yo sentí en esa fría celda.
- Alonso, no le hagas daño a mis hijos, por favor. Fernando!!! Mauricio!!! Ayúdenme!!! – Alonso sacó un paño de su bolsillo y lo puso en el rostro de Lucero, ella luchó para no inhalar aquel ungüento que llevaba pero al correr unos segundos cayó dormida; Alonso la cargó en sus brazos y salió con ella rápidamente.

Fernando sintió como si algo no estuviera bien, corrió a la casa, vio pasos de lodo en el piso.
- LUCERO!!! Bonita estás bien? Lucerooooo.- Detrás corre Mauricio.
- Señor que sucede?
- Espera aquí abajo, yo subiré a buscar a mi familia.
- Está bien!!
Fernando subió las escaleras en tres pasos, corrió hasta la habitación de los bebés, encontró todo desordenado, nervioso corrió hasta su cuarto no encontrando nada.
- Mauricio!!! Ayúdame a buscar a mi esposa y mis hijos allá abajo.
- Listo.
Ambos buscaron por toda la casa, solo encontraban pisadas de barro.
- Fernando, no hay nadie.
- Qué pasó? Dónde están?- Fernando se sentó en uno de los escalones y se tomaba la cabeza. – Maldita Sea, DÓNDE ESTÁN?
- Sólo encontré este pedazo de paño.
- Esto huele a cloro…
- Si Fernando, Cloroformo, no me quiero adelantar a los hechos, pero por lo que veo Lucero fue secuestrada.
- No!!!! Por qué no presté atención a ese estúpido mensaje.
- De qué habla?- Fernando le explicó a Mauricio.

Silvia, conducía mientras Rebeca y Alonso trataban de calmar a los niños, Lucero aún seguía dormida.
- Conduce más Rápido!!!
- No puedo, la tormenta no me deja hacerlo.
- Estos niños no se callan.- José Miguel era quien más lloraba, sus exclamaciones hacían que Silvia sintiera arrepentimiento, pero no dejaba de conducir, el niño gritaba: “Mamiiiii, mamiiii, párate mami… Rafaaaaaa… Papiiiii, quiero a Papiiii”
-  Ya escuincle cállate.- Gritó fuertemente Alonso.
- Listo llegamos, bájenlos a todos. – Llegaron a una casa abandonada en una zona bastante alejada del pueblo, pocos conocían aquel lugar. La casa era amplia, en uno de los cuartos acostaron a Lucero en una colchoneta  y en el otro, un poco más aseado, estaban los bebés, ellos los acostaron en un catre.
- Por fin se callaron esos niños.
- Rebeca entiende son bebés.
- Pero lloran como si fueran cien. Cómo los calmaste?
- Los arrullé y esperé que se durmieran. Y Alonso?
- Está en el otro cuarto con Lucero.
- Y ahora cuál es el plan?
- Verla sufrir…
- Cómo!!!???
- Te lo explicaremos poco a poco.

Alonso acostó a Lucero, le acariciaba el rostro, no dejaba de observar sus piernas, aquel corto short que llevaba puesto lo enloquecía, Ella comienza a despertar poco a poco, él toma un pedazo de tela y cubrió sus piernas, para el frío.
- Dónde estoy?
- A mi lado.
- Alonso, Mis Hijos!!!, Qué le hiciste a mis hijos?
- Nada, ellos están bien.
- Qué Quieres?, Por qué me trajiste aquí?
- Ya es tarde es mejor que duermas, la lluvia está excelente para una noche en pareja, No te parece?
- No me vayas a tocar – Lucero recogió las piernas y se tapó con aquella tela.
- No, por ahora no. Que pases buena Noche. – Alonso salió del cuarto, aseguró la puerta y se marchó hasta donde estaban Silvia y Rebeca.
- Alonsooooo, Entrégame a mis Hijos, Alonsoooooo.- Lucero no dejaba de llorar, Se puso de pie, golpeaba la puerta, comenzó a mirar las paredes del cuarto, pero la oscuridad no la dejaba, además los fuertes truenos la asustaban.


-Tenemos que ir a buscar ayuda al pueblo.
- Así Fernando? No creo que encontremos mucho.
- Qué opinas entonces? Qué esperemos hasta mañana cuando a mi mujer y mis hijos les haya pasado algo?
- No, claro que no, solo que en este momento es muy difícil salir de la hacienda.
- Quédate si quieres, yo iré en la camioneta al pueblo a buscar ayuda.
- No, Me voy con Usted.
Ambos se dirigieron al pueblo, no podían ir rápido pues la lluvia no les permitía ver muy bien. Yendo en camino Fernando le pregunta a Mauricio:
- Te interesa Lucero?
- Claro, es mi trabajo.
- Lo Digo como mujer.- Mauricio giró su mirada hacía la ventana. – Si o no?
- No sé de qué me habla?
- Que si mi mujer te gusta? Eso…
- Si.
- Por eso es que quieres renunciar?
- Si Señor, no puedo estar cerca de ella sabiendo que todas las noches es usted quien se acuesta a su lado, que es usted la que la hace suya. – Fernando frena bruscamente la camioneta. Quita las manos del timón y las pasa por su cara.
- En nombre de eso que sientes por ella te pido un favor.
- Pero pensé…
- Ayúdame a encontrarla, no quiero perderla y creo que tu tampoco. Amo a mi esposa y a mis hijos, Ayudame.- le dijo con sus ojos cristalinos y la voz entrecortada.

Capítulo 91:

José Miguel comenzó a llorar y a llamar a sus papás, ambos se pusieron sus salidas de baño y entraron al cuarto de los pequeños, José Miguel había querido bajarse de su cuna, al no conseguirlo había arrojado uno de sus juguetes.
- No Hijo no vuelvas a hacer eso.
- Mami quiero tete...
- Ven Campeón Yo Te llevo abajo a la cocina a prepararte Tu Biberón mientras Mami se viste.
José Miguel se fue con Fernando, Lucero observó que Rafael siguiera durmiendo y se fue para su cuarto sin percatarse de cerrar la puerta, Mauricio subió en ese momento a buscar a Fernando, Pasó por la puerta del cuarto, Lucero estaba de espaldas con su cuerpo al desnudo, se estaba poniendo crema en sus brazos, Mauricio había quedado hipnotizado ante la belleza de la Bonita, quedo ahí estilo estatua.

- Rebeca el plan se dará esta noche.
- Ya llegaron?
- Si hace unas horas vi pasar su auto. Y Silvia donde está?
- En el cuarto, ahora voy y le aviso.
- Segura que ella no se nos va echar para atrás?
- Alonso, Tu crees que a estas horas del partido  lo hará?
- No lo sé, no la veo muy convencida.
- Tranquilo lo importante es que ya esta aquí.
- Tienes Razón.


Lucero se voltea y reacciona ante la presencia de Mauricio, cubriéndose inmediatamente con sus manos.
- Mauricio!!!
- Perdón Perdón.- Mauricio se volteó, y Lucero se cubrió.
- Que necesitas?
- a Fernando.
- Esta Abajo
- Ok... Y Perdón.
- Vete!!!!
- Si si si Perdón.
Mauricio se marchó y Lucero quedó atónita con lo sucedido:
- Dios mio que vergüenza, Mauricio me vio desnuda, o sea Lucero así o mas descuidada, si Fernando se entera de esto se va a enojar, seguro que si.- hablaba consigo misma.

La tarde estaba cayendo, llegó la noche, una noche fría, Fernando y Lucero se sentaron en uno cojines en el suelo de la sala junto con sus pequeños frente a una chimenea. Mauricio entra de nuevo, al verlo entrar Lucero bajó el rostro, estaba apenada, él por su parte le esquivó la mirada.
- Entra Mauricio.
- No Tranquilo, solo vengo a preguntar donde dormiré.
- Dile a una de las mujeres que están en la cocina.
- Ya ellas se fueron hace algunos minutos.
- Mmmmm, ven vamos te diré donde.
Fernando ubicó a Mauricio en uno de las habitaciones del primer piso de la Hacienda. La lluvia comenzó a caer. Los relámpagos alumbraban de vez en cuando el cielo. Lucero subió con los niños, Fernando regresó a la sala y no los encontró, se dirigió a la habitación de los niños, ahí encontró a sus tres amores, los pequeños lloraban un poco asustados al escuchar los truenos.
- Que les pasa a mis Campeones? Ya llegó Papá.- Abrazando a sus hijos.
- Que te dijo Mauricio?
- De qué?
- De la Habitación.
- Aaaa que estaba bien.
- Mmmm Bueno.
- Bueno estos ángeles se han dormido.
- Listo Mi Cielo, Vamos a Dormir nosotros.
- Aaaay no Dormir?
- Jajajaja si, escucha la lluvia no se puede hacer un buen plan.
- Yo tengo uno excelente para esta noche.
- Aaah si? Dime cual.- Fernando la besó apasionadamente, entre el beso le dijo:
- Hoy nos interrumpieron cuando estábamos en la ducha.
- Si, ya me acuerdo, entonces vamos. –Lucero salió corriendo para la habitación y detrás Fernando.
- Ja! Te Atrapé- Comenzaron a besarse, la lluvia caía fuertemente, en la oscuridad del cuarto sus cuerpos se movían por toda la habitación, Fernando recuesta a Lucero a una mesa, desabotonando su camisa, la despoja de esta y le besa el pecho y el vientre, sin dejar de acariciar las caderas, levanta su rostro y le sonríe, al encontrarse con el cierre del pantalón:
- Sigo?- Preguntó pícaramente, a lo que ella respondió asentando con sus ojos. Él desabotonó el jean, de un jalón lo bajó y continuó besando aquella parte bajando con su boca el delicado panty que la cubría. Subió sus besos, la rodeo con sus brazos hasta que consiguió soltar su brasier; Ella quito rápidamente la camisa que él traía puesta, los besos continuaron y así, él a medio desnudarse y ella totalmente sin ropa, la tumba en la cama, Fernando con rapidez se quita su pantalón, ella se levanta quedando sentada en el borde de la cama, él de pie frente a ella, su boca besaba los abdominales de su hombre, mientras él le acariciaba el cabello. Fernando se arrodilla frente a ella, le sonríe y se quita el mismo su bóxer, de nuevo se tumban en la cama, ella estirada lo espera, él con sus piernas abre las de ella, Lucero siente la excitación de Fernando y sin preámbulo abre sus piernas para que con pasión él entre en ella, él le sujeta las dos muñecas con una mano, las levanta por encima de su cabeza y la inmoviliza contra la cama con las caderas. Con su otra mano no deja de acariciarla, el movimiento de ambos cuerpos se mostraba con la luz de los relámpagos, el gemir de Lucero cada vez le mostraba a Fernando que estaba a punto de llagar al máximo donde él quería verla, él se levanta un poco, soltando sus muñecas, sin salir de ella, se apoya en sus manos y la observa, ella sonríe, con sus delicadas manos ella  le rodea la espalda, y con sus piernas rodea la cadera, él con una fuerte entrada en ella suelta un gemido en el oído de Lucero, los movimientos hacia a dentro y hacia afuera hacen que ella llegue al más placentero momento. Suplicante y cansada muerde sus labios y deja salir como exclamación:
- Ya Por Favor- Él se levanta saliendo lentamente de ella, sonriéndole, ella se cubre con una de las sábanas.
- Por qué te cubres?
- Jajajaja No Pretendes que me quede desnuda toda la noche con este clima?
-Pensé que te había dado pena conmigo.
- Obvio no, ven acuéstate conmigo, ya es hora de dormir.
Entre las sabanas, desnudos se duermen, la lluvia y los truenos siguen alumbrando el cielo, uno de los truenos cayó fuertemente lo que hizo que Lucero se asustara:
- Qué fue eso?
- Un Trueno- Respondió Fernando medio dormido. Lucero se acostó de nuevo y tomando el brazo de Fernando se rodeó su cadera.

Alonso, Rebeca y Silvia llegaron entre la tormenta a la hacienda:
- Estas seguro que si podremos con esta lluvia?
- Claro que si Silvia, es más, así será más fácil.
- Bueno, debo irme a mi lugar.
- Ok, Tu También Rebeca, Ya sabes que hacer.

Silvia comienza a hacer disparos al aire en la entrada de la Hacienda, Mauricio se despierta al escucharlos, sabía cuándo un sonido era de trueno y cuando uno era de un arma. Fernando también escuchó aquel ruido, se levanta y se viste con una de sus pantalonetas y una camisilla, despierta a Lucero:
- Bonita.
- Mi Cielo, déjame dormir.
- Bonita despierta, escuché unos disparos.- Ella se levanta, se coloca rapidamente un panty, un brasier y luego su pijama.
- Voy a buscar los niños.
- Ve, yo voy a buscar a Mauricio, debemos ir a ver qué sucede.
- Nooo, no salgas.
- Lucero puede que nos quieran robar, Vete al cuarto de los niños, quédate allá.
Fernando acompañó a Lucero hasta a la habitación de sus hijos, en ese momento Mauricio subió corriendo:
- Fernando!!! Escuchó?
- Si Mauricio ya iba a buscarte.
- Eso se escuchó muy cerca, es como para la entrada.
- Vamos.

Alonso junto a Rebeca ingresaron a la casa por una de las entradas traseras, se cubrían el uno al otro, Con Fuerza Alonso abre la puerta de la habitación principal sin encontrar alguien ahí:
-No hay Nadie.
- Ya Fernando bajó con el baboso de guardaespaldas que tiene, Lucero debe estar con los niños.
- Mejor aún!!!
Se dirigieron hasta el cuarto de los pequeños y ahí estaba ella, con Rafael en brazos y José Miguel durmiendo.
- Qué Hacen Aquí? Fernandooooo!!!!

domingo, 12 de octubre de 2014

Capitulo 90:


- De mi esposa?
- Bueno de mi trabajo con su esposa.
- Estas aburrido?
- Noooo por el contrario, pero hay situaciones personales que me impiden seguir trabajando para ustedes.
- Vas a renunciar?
- Si Señor, pero quiero agradecerles por la oportunidad.
- Pero eres un excelente empleado.
- No lo creo Señor.
- Mira, antes de renunciar puedes acompañarnos a la hacienda?
- Pero hasta donde tengo entendido solo iría usted con su esposa y sus hijos.
- Si pero mi suegro me sugirió llevar con nosotros a uno de los guardaespaldas, por eso te lo digo.
- Esta bien Fernando, viajo con ustedes, dejaré mi trabajo la otra semana.

Silvia llego al lugar donde se estaban hospedando, se recuesta un poco, trataba de meditar acerca del plan que estaba a punto de llevarse a cabo, siempre había sido una mujer que no le temía a nada pero esta vez sentía que algo iba a salir mal, lo mas extremo que había hecho era mentir acerca de una supuesta apuesta.
- Silvia estás segura que ellos vienen para acá?
- Si Alonso Muy Segura, mañana llegan, supongo.
- Bueno pero deja la rabia.
- Y tu deja tanta estupidez.

El día transcurrió, Fernando y Lucero empacaban en su cuarto, los niños jugaban, Jose Miguel se trataba de trepar a la cuna de su hermanito para hacerlo reír.
- Mi Cielo hablaste con Mauricio?
- Si Bonita.
- Y?
- Y? Que?
- Pues de que quería hablar contigo?
- De su renuncia.
- Cómo? Va renunciar? Por que?
- No lo se, solo me dijo que era algo personal que le impedía continuar trabajando con Nosotros.
- Eso es extraño.
- Qué?
- es que una vez le pregunte que si tenia algo para decirme pero me dijo que todo estaba bien.
- No quiso aceptarlo- Fernando se levantó y se fue para el baño.
- Espera!!! Aceptar que?
- que se enamoró
- Vas a seguir diciendo que se enamoró de mi.
- Si.
- Vas a seguir con eso?
- Si, pero no es para enojarnos, solo analiza la situación.
- Como?
- Desde que llegó a trabajar con nosotros se le ha visto interesado por ti mas de lo normal.
- Realmente No lo había notado.
- Mira Bonita si yo no confiara en ti Ya lo hubiera echado, pero sé la Gran Mujer que tengo, así que no lo hice, pero creo que él tomó la decisión de irse por si sólo.
- Y si hablo con él de todo esto?
- Segura?
- Mmmm no lo sé.
- Mira si en la Hacienda se da la oportunidad hablas con él.
- En la Hacienda?
-Si, Mauricio va ir con nosotros, por nuestra seguridad.
- Está bien, hablaré con él allá.

Un mensaje de texto llegó al celular de Fernando mientras se duchaba, Lucero escuchó el tono
- Mi Cielo llego un texto a tu celular.
- Leelo princesa.
- Dice: Debes estar alerta, cualquier...
- No escucho bien, cualquier que? - Lucero terminó de leer el mensaje mentalmente y se sintió asustada. Fernando salio del baño y la vio sentada con el celular a un lado.- no te escuché bien que mas decía el... Estas bien?
- Era un mensaje extraño.
- Cómo extraño que dice muestra, “ Debes estar alerta, cualquier movimiento de tu familia hará que los pierdas, alejate"... pero Bonita, No te preocupes.
- Pero dice que nos puedes perder.
- Lucero si quieres regresamos la llamada a este numero, y no vamos a la hacienda, nos quedamos el fin de semana aquí, te parece?
- No Mi Cielo, no llames, debe ser una broma, vamos... Además llevamos a uno de los guardaespaldas, Nada de Preocupaciones.
- Bueno Mi Vida.

La mañana siguiente llego Margarita a saludar a su hijo y su familia, ellos estaban a pocos minutos de salir
- Hola Ma'
- Vine a saludarlos antes q se marchen este fin de semana.
- Pero es solo un fin de semana no es toda la vida.
- Si pero quise ver a mis Nietos, es un fin de semana que no los veré.
- Es Verdad Mi Cielo,  tu mamá viene a saludar a los niños.
Después de algunos minutos todos subieron al auto, Margarita y Ofelia los despidieron, Lucero acababa de colgar con Don Antonio quien los había llamado. El viaje comenzó, a pesar que la Hacienda estaba a unas cuantas horas, la despedida fue algo emotiva.
- Ofelia siento como si se fueran por muchos días.
- Tranquila Doña Margarita serán solo tres.
- Es que, no sé, deben ser bobadas mías.
- Pensándolo bien a Don Antonio le pasó lo mismo ayer.
- En Serio?
- Si, jugando con los niños dijo algo así como: “Sera una eternidad no verlos estos días", pero supuse que era por el corto viaje.
- Si debe ser por eso.

La familia llegó a la Hacienda, las empleadas ayudaron a bajar las maletas junto a Mauricio, Fernando y Lucero subieron a dejar los niños en el cuarto; al igual que José Miguel, Rafael tenía su cuna con su nombre, los niños habían llegado dormidos.
- Mi cielo me voy a duchar, estuvo algo pesado el viaje.
- Te Acompaño?
- Si Lo deseas, jajajajaja.
- Claro que si.
Ambos se metieron a la ducha juntos, estando ahí escucharon en el pasillo un ruido que los hizo salir inmediatamente del baño.

jueves, 9 de octubre de 2014

Capítulo 89:

Fernando y Lucero llegaron en su auto, él se baja primero y la ayuda a salir esperándola con un beso, Mauricio los vió y se acercó a ellos:
- Buenas, Fernando necesito hablar con usted.
- Más tarde Mauricio, ahora estoy ocupado con mi esposa.- Lucero le sonrió y con un “Buenos días” continuó su camino.
- Fernando pero es que es algo importante.
- Lo siento Mauricio, búscame más tarde y me comentas.
- Ok, está bien, como diga.

-Qué quería decirte?
- No lo sé, le dije que me buscara mas tarde.
- Debe ser para disculparse por lo que sucedió hace unas horas.
- No Lo creo, pero bueno dejemos de hablar de él.
Entran y encuentran a Don Antonio jugando con los niños:
- Hola pa’
- Hija, cómo has estado?
- Bien llegando a empacar.
- me dijo Ofelia, que se van para la hacienda.
- Si papá, nos vamos los cuatro.
- Puedo hablar con Fernando de eso?- Fernando se acerca.
- Si Don Antonio dígame.
- Vamos al estudio… Hijo no me parece que se vayan los cuatro sin uno de los guardaespaldas, Mauricio puede ir con ustedes, puede que lo necesiten allá.
- Pero Don Antonio es que…
- Hay algún problema?
- No, lo que pasa es que…
- Recuerda el por qué los contrataste.
- Si si de acuerdo, le diré a Mauricio que nos lleve y se quede con nosotros.
- Me Parece muy bien Hijo.

 Alonso y sus cómplices se fueron para el pueblo donde queda la Hacienda, allí se hospedaron cerca, Rebeca conocía un poco el lugar pero decidieron hacer una pequeña inspección, se las ingeniaron para entrar, las empleadas no se dieron cuenta, Alonso subió e inspeccionó cada uno de los cuartos, escondiéndose cada vez que escuchaba a las mujeres.
- Entonces?
- Ay Rebeca este plan está más que listo.
- Seguro?
- Si mira lo que vamos hacer es esto…

En las horas de la Tarde Fernando se había marchado para la empresa a trabajar. Lucero le pidió a Mauricio que la llevara a la oficina, debía adelantar trabajo para poder viajar. Mauricio iba concentrado mientras conducía.
- Puedo hacerte una Pregunta?
- Dígame Señora?
- Por qué anoche no te regresaste a la casa?- Mauricio intentaba disimular y buscar una respuesta.- Mauricio me escuchaste?
- Si Señora, es que pensé que podía necesitar algo.
- Pero Sabías que Fernando iba a estar conmigo, sabes que cuando Fer esté conmigo tu quedas libre.
- Pero quería hacer mi trabajo, disculpe.
- Mauricio, no quieres decirme algo?
- No señora… llegamos. La Espero?
-Si Gracias.

Una Llamada de un número desconocido entró al celular de Fernando:
- Buenas Tardes.
- No te puedo decir mucho, pero cuida muy bien a tu esposa y tus hijos.
- Con quién hablo?
- Cuídalos!!!
- Pero quién eres?- La llamada finalizó
Fernando llama inmediatamente a Lucero:
- Bonita cómo estás?
- Bien, y por qué me llamas a esta hora?
- No, sólo quería escucharte – Fernando no preocupó a Lucero, no quería que ella se pusiera nerviosa.- Y estás en la oficina?
- Si Mi Cielo, adelantando trabajo para poder salir este sábado sin pendientes.
- Y estás con uno de los guardaespaldas?
- Te sucede algo mi Cielo?
- No, sino que no debes salir sola.
- Tú sabes que Mauricio siempre me trae a la oficina.
- Si, Bueno Princesa, seguiré trabajando nos vemos más tarde en casa. Te Amo.


Pasado el día todos llegaron a casa, Fernando y Lucero estaban en el cuarto de juegos con los niños, se divertían viendo correr a José Miguel detrás de una pelota, mientras Lucero daba de comer al pequeño Rafael.
- Eres Feliz Mi Cielo?
- Desde que te conocí mi Felicidad ha sido eterna. Por qué lo preguntas?
- No Lo sé, Preguntas locas que se me vienen a la cabeza.
- Y tú eres feliz?
- Inmensamente.
- Me moriría donde les sucediera algo.
- Y por qué piensas en eso?
- No Lo sé, Pensamientos locos que se me vienen a la cabeza.
- Jajajaja Esa es Mi Respuesta.
- Jajajaja amo tu sonrisa, Lo Sabías?
- Si, pero me encanta que me lo recuerdes.
- Si? Pues Te Amo, amo todo de ti. – Rafael se había quedado dormido en los brazos de su madre, Fernando se acercó a besarla, en ese momento José Miguel lanzó la pelota cayéndole justo en la cabeza a Fernando interrumpiendo el beso.
- Jajajajajaja Creo que Jos se puso celoso.
- Ven Acá Campeón, No corras – Lucero se carcajeaba al ver la escena de su esposo y su hijo. Ofelia entra y los llama a cenar, ya estaba todo servido. Lucero acuesta al menor de sus hijos, mientras Fernando carga a José Miguel y lo lleva a la mesa, al terminar de Cenar Mauricio toca la puerta:
- Buenas Noches!!!
- Sigue Mauricio.
- Fernando debo hablar con usted.- Lucero Carga a José Miguel y se despide:
- Permiso, los dejo para que hablen a solas, voy a dormir a este pequeño.
- Siga, que esté bien.
- Lo mismo Mauricio.- Fernando truena los dedos para llamar la atención de Mauricio.
- Y de que querías hablar conmigo?
- Perdón, Fernando es que es relacionado a mi trabajo y a su esposa.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Capítulo 88:

"Capítulo Dedicado a Mi Nueva Lectora Kathe y de nuevo a Jesica... Ahí ellas pendientes en el WhatsApp... "

Lucero  al escuchar la puerta se giró y continuó durmiendo, en cambio Fernando se levantó, le parecía extraño que alguien tocara en ese momento, puso una sábana en su cadera y abrió...
- Que haces aquí?
- Perdón Fernando,  pensé que su esposa pudiera necesitar algo, ayer ella quedo aquí y...
- Claro que no Mauricio, vete para la casa, allá esta Ofelia sola con los niños, yo me quedo a cuidar a mi esposa.
- Si Señor, permiso.

Mauricio se fue lleno de Celos, cada vez que se enteraba que Lucero estaría Con Fernando se encendía de ira, sentía las ansias de gritar al mundo que se había enamorado de la esposa de su jefe:
- Es obvio que deben hacer el amor muy seguido, pero por qué me torturo de esta manera, por qué siento que mi corazón se vuelve añicos cada vez que la veo tan enamorada de él, tengo que renunciar a todo esto, a mi trabajo y a ella, en especial a ella.

Al Fernando entrar de nuevo a la habitación notó que ya Lucero estaba despertando:
-Como amaneció la Mujer más Hermosa del mundo?
- Amándote más que ayer...
Fernando se balanceo sobre ella y la beso tiernamente.
- Mi cielo quien tocaba?
- Mauricio.
- Qué??? Y él que hacía aquí? Y Cómo se le ocurrió tocar?
- No lo sé, creo que se pasó toda la noche a las afueras del Hotel.
- Pero yo le dije que se marchara.
- Pero no lo hizo, sabes pienso que se está enamorando de Ti.
- Noooo, cómo crees?
- Bonita uno de hombre sabe cuándo hay alguien interesado en su mujer.
- Estas Celoso? (Hablando como bebé)
- Yo? No Para nada
- Siiiii si estas celosooo, estas celoso, estás celoso…
- Jajajaja deja de hablar así…
- Jajajajaja por qué no reconoces que estás celoso?
- Porque sé que la hermosa mujer que tengo en frente me ama tanto como yo a ella, bueno yo la amo mas…
- Noooo, eso si que no, yo te amo más…
Fernando atacó a Lucero a cosquillas, entre besos y risas pasaron varios minutos.
-Alonso, Les tengo un dato que sé que les va a interesar.
- Por fin haces algo bien, Silvia.
- No seas Estúpido, Les cuento cuando llegué donde Rebeca.
- No te demores.

Don Antonio llega al apartamento de su hija para visitar a sus nietos.
- Ofelia, Y Lucero, dónde está?
- Está con Fernando, están celebrando su aniversario de bodas.
- Aaaaah entiendo, entiendo. Y siempre van para la Hacienda el Fin de semana?
- Si, eso han estado comentado, quieren llevar a los niños para pasar un tiempo allá.
- Y los guardaespaldas irán?
- Creo que no, Don Antonio, creo que solo irán ellos cuatro.
- No me parece bien, les diré que lleven así sea uno de ellos.
- Lo mismo pienso yo.

Lucero y Fernando desayunan en la cama, él había anunciado en la Universidad que faltaría a clase, así que tenían toda la mañana libre solo para ellos.
- en qué piensas Bonita?
- en lo feliz que soy, en todo lo que ha pasado, pero ese todo nos ha mantenido unidos.
- Tienes razón, este amor está blindado contra la maldad, la envidia, el rencor.
- Mi Cielo,  te puedo pedir un favor?
- Dime…
- Puedo pedirte que esta mañana sea eterna?
-Si tu “eterna” tiene el mismo significado que mi “eterno” Si…
Lucero asintió con su cabeza y le sonrió coquetamente, se acercó y lo besó, se pone de pie tapándose con una de las sábanas invitándolo a levantarse, él le besa la espalda, la despoja de aquel pedazo de tela blanca, y así con sus cuerpos desnudos se dirigen a la ducha, entran a la regadera, el agua estaba climatizada, sus cuerpos están empapados, los besos conllevan a que ambos quieran más el uno del otro, ella Abre un poco las piernas y deja que Fernando la levante a su altura, lo  Rodea con sus piernas y  se agarra a su espalda para tener equilibrio. Él la recuesta contra una de las paredes del baño y ahí, con el agua cayendo sobre ellos, Fernando hace de nuevo suya a la mujer de su vida, haciéndola gemir de placer cómo sólo él lo había logrado en ella, al terminar él la baja y comienzan a jabonarse el uno al otro. Fernando aprovechaba con la espuma para acariciar los senos de Lucero, cosa que a ella le complacía.
- Mi Cielo, Creo que tu “Eterno” y mi “eterno” tienen el mismo significado.
Fernando la gira para jabonarle la espalda, la cola, las piernas, ella dejaba que su cuerpo fuera un lienzo para su esposo.


Alonso, Rebeca y Silvia estaban Reunidos para ultimar detalles de su tan armado plan:
Silvia: Me enteré que Fernando y Lucero van para la hacienda este fin de semana.
Rebeca: Eso es una excelente Noticia
Alonso: Allá será más fácil, cómo te enteraste?
Silvia: Agradece que traje información.
Rebeca: Y sabes si van con los guardaespaldas?
Silvia: Por lo que tengo entendido solo van ellos dos y los niños.
Alonso. Excelente, así que debemos irnos mañana mismo, por fin Lucero y el caribonito ese sabrán lo que es sufrir.

martes, 7 de octubre de 2014

Capítulo 87:

-Pero Dios te ha dado una nueva oportunidad con Sofía y se ve que son muy felices juntos.
- Así es Reina, Gracias por tus palabras, y a ti Fernando gracias por hacerla feliz.

Luego de esta conversación Lucero, Fernando, Manuel y Sofía dejaron los rencores atrás y decidieron llevar una relación de amistad. Al Salir Manuel y Sofía del Apartamento de la Familia Colunga Hogaza, notaron a los dos guardaespaldas en la puerta, les pareció extraño pero continuaron con su camino.

Alonso dudaba que el plan se pudiera llevar a cabo pues veía muy indecisa a Silvia, se comunicó con ella y la citó en un restaurante:
-aquí me tienes, que sucede?
- Tu y yo no la llevamos muy bien que digamos.
- Aja
- Pero quiero dejarte claro que estás con nosotros o en nuestra contra, si estás en nuestra contra alguien de tu familia le puede pasar algo parecido a lo que le pasará a Lucero.
- A mi familia la dejas en paz imbécil, a mí no me vengas a amenazar, no soy una niña tonta para no entender que ustedes quieren matar a Lucero pero que primero quieren verla sufrir, quieren verla suplicar.
- Bravooooo, entendiste niñita, si esa es la idea, así que sigues o no?
- Ya le había dicho a Rebeca que sí, que si continuaba con ustedes, no era necesaria esa estúpida amenaza.
Silvia toma su bolso y se marcha del lugar, al subir a su auto el miedo se apoderó de ella y comenzó a llorar:
- Dios, en que momento me metí en tremendo lio, maldita sea!!! Pero tengo que continuar con esta barbaridad sino mi familia puede salir afectada.

Los meses transcurrieron, José Miguel un hermoso caballerito de dos años y medio y Rafael de 5 meses, eran la fuente de alegría de sus padres. Fernando fue ascendido en la empresa que trabaja, pero sin dejar de lado sus estudios, Lucero continuo en su oficina, aunque se mantenía pendiente de sus hijos. El aniversario de bodas se acercaba, Lucero quería sorprender a su esposo, pero no quería que fuera algo muy normal, quería regresar el tiempo a aquellas noches de hotel.

Fernando llegó de trabajar, ya Lucero estaba en casa, estaba amamantando a Rafael en la habitación principal, Jose Miguel jugaba con su rompecabezas en su alcoba, al Fernando entrar el niño corrió a los brazos de papá y le entregó una nota diciéndole:
- Mamá dijo que esto es para ti…
Fernando abrió la nota que decía:
“Recuerdas aquellas noches donde solo estábamos tu y yo, en aquel amplio cuarto de hotel?”
Fernando sonrió
- Campeón, Y donde esta mamá?
- con Rafa…
- Bueno voy a buscarla, me acompañas?
- No, me quedo aquí.
Fernando iba de camino a su habitación y notó en una de las paredes una nota en forma de Corazón, la abrió y decía:
“Recuerdas que ahí nos amamos con locura muchas noches?”…
al llegar a la puerta del cuarto otra nota lo esperaba, de igual manera la abrió:
“Los recuerdos los verás revividos… Mañana te espero en aquella suite, nuestra suite… nos vemos a las 7 Pm. Te Ama, Tu Bonita”

Fernando emocionado abre la puerta del cuarto, para su sorpresa Lucero estaba dormida al lado de Rafael, sólo sonríe, se acerca a ella y le da un tierno beso en la frente, carga a su hijo y lo lleva hasta su recámara, lo recuesta en la cuna, Ofelia estaba acostando a José Miguel.
- Y esa Cara de alegría?
- Ofelia es cara de enamorado, cada día me enamoro mas y mas de Lucero.
- Que Lindo eso Fernando, mañana es su aniversario, cierto?.
- Si asi es, pero ella se me adelantó para darme una sorpresa.
- Jajajaja si la vi haciendo algo con unos corazones de papel.
- Ves? Como no amarla.
Fernando se despidió de sus hijos y se fue a dormir, se acostó al lado de su esposa sin dejar de observarla. Al siguiente día Fernando se levanta Muy de mañana, se alista y se marcha para la Universidad, Lucero no sintió cuando él se marchó.
- Nana, has visto a Fernando?
- Si Mi Niña ya se fue para clase.
- Qué? Sin Despedirse?
- De pronto no te quiso despertar.
- Pero Nana, Por Dios, hoy es nuestro aniversario, imposible que lo haya olvidado.
- No te preocupes, no creo que lo haya hecho.
En ese momento Mauricio toca la puerta,
- Lucero le ha llegado esto, me abre por favor.
Lucero abre y es un  hermoso arreglo de rosas rojas con una tarjeta, ella la abre y sin pensarlo la lee en voz alta:
- “Mi Bonita, Gracias por enseñarme lo que es amar sin medida; Esta Noche me citaron en un Hotel, espero que no te enojes, pero estaré con la Mujer de Mi Vida… Creo que la Conoces, cuando la veas le entregas esta Nota… Tu Cielo” Está hermoso si se acordó del aniversario.
- Lucero donde pongo el arreglo?
- Por aquí Mauricio, Gracias.
Mauricio salió y cerró la puerta un poco fuerte, pero Lucero ni Ofelia lo notaron, ambas estaban emocionadas por el detalle. A las afueras estaba el guardaespaldas compañero de Mauricio:
- Te pasa algo?
- A mi por qué?
- Desde que le llegó ese arreglo floral a la señora estás echando chispas.
- No seas idiota, a mi no me pasa nada.
- Mauricio no me digas que estás celoso por que Fernando le envió Flores a su Esposa?
- Te dije que no seas Idiota y cállate.
- Idiota Tu que te estás enamorando de la mujer del patrón.
Mauricio lo miró enojado, se quedó en silencio y fue y se encerró en el auto.
La mañana trancurrió muy normal, a la hora del almuerzo llegó un mensaje de texto al celular de Lucero:
“Bonita Sal Al Balcón, no Olvides que te Amo”
Lucero corre y ve un dirigible con una nota:
“Han sido los mejores meses, días, horas, minutos y segundos de mi vida… porque tu estás en ellos”
En ese momento Entra Fernando y la abraza por la espalda:
- Te Amo.
- Y Yo a ti, mi Cielo.
- Pensaste que lo había olvidado?
- siendo sincera, Si.
- No, nunca olvidaré el día que me dijiste que sí frente al altar. Espera, que día es hoy?
- Jajajajaja No seas tonto.- Se besaron y se sentaron a almorzar.
Después de almorzar cada uno se dirigió a su trabajo, Lucero salió temprano de la oficina y se fue para el hotel, la hora acordada llega Fernando con un smoking Negro ajustado al cuerpo que resaltaba sus brazos tonificados, al entrar el cuarto estaba iluminado solo con la luz de las velas, al fondo de la habitación, una mesa con una candelabro y una botella de vino, entró y no estaba Lucero, de repente sale ella del baño, con un vestido negro de encaje con iluminaciones doradas, su cabello suelto, ondulado, hermosa como siempre:
- Buenas Noches señor Colunga.
- Buenas Noches Señora de Colunga.
- Siga siéntese, aquí esta su cena.
- Jajajaja Muchas Gracias, Pero quiero que la señora se siente conmigo.
- Pero espera y me pongo cómoda- Lucero se pone de espalda, le sonríe por encima del hombro, se suelta la falda de aquel vestido y se gira queda con un Corto Jumper que dejaba ver sus hermosas piernas y su ajustada figura.
- Wow, eso sí es Sorprendente.
Ambos se sentaron a cenar, las copas de vino eran una tras la otra, Fernando sacó a bailar a Lucero, la melodía los llevaba poco a poco a lo tan esperado de la cita, acariciándole la espalda comenzó a bajar el cierre de aquel jumper negro, los besos apasionados eran protagonistas en esta apasionada noche. Lucero se despide del saco negro, la corbata y lentamente, botón por botón, se va despidiendo de la camisa de Fernando. Ella termina de quitarse su vestuario y queda al desnudo con un pequeño panty negro, Fernando se llena de emoción y con rapidez quita su pantalón, la carga en sus caderas y la besa con furor, caen acostados en la cama, las caricias por todo el cuerpo de parte de Lucero eran incontables, Fernando tenía el control de la Situación:
- Este es tu regalo para mi cierto?
- Si, Mi Cielo.
- Entonces Yo debo llevar a cabo mi inspección.
Se pone de Pie y toma un cubo de hielo donde se encontraba el vino, Comienza a deslizarlo por el pecho y el vientre de Lucero, esto hacía que Lucero sintiera placer, luego con sus labios, Fernando recorría el camino que había dejado con el hielo, recorrido que llegó a la zona sensible de la Mujer,  La parte más privada de ella se entrega a la experiencia de ser lamida, Fernando degusta con ternura e inicia la inspección despacio, besando delicadamente la parte interna de los muslos, Lucero alcanza un placer intenso, empuña las sabanas y con su respiración agitada:
-Mi Cielo!!! Fer, por favor.
Fernando al escucharla de esta manera se levanta de aquella posición, cae acostado sobre ella, pero ella es quien quiere tener ahora el dominio, se giran y se sienta a ahorcadas sobre él, pero esta vez se sentó con vista a los pies de Fernando, él acomodó su Cabeza sobre una almohada para poder ver mejor la espalda de su bonita, espalda que no dejaba de acariciar, los movimientos de Lucero comenzaron lentamente hacia arriba y hacia abajo, poco a poco se iba acelerando, esto hacía que Fernando se excitará totalmente y la penetrara hasta la explosión de placer de ambos, las exclamaciones se escuchaban en la voz de Lucero y de Fernando, el clímax había sido alcanzado por los dos. Cansados, sus cuerpos sudados, se recuestan, Pero Fernando no deja de besarla, entre los besos, le hablaba:
- Te Amo, amo que te enciendas así conmigo.
- Yo Amo que tú seas quien encienda en mi todo esto que siento.
Desnudos, abrazados, sintiendo el cuerpo uno del otro se quedaron dormidos.


AL siguiente día alguien tocó a la puerta…

Capítulo 86:

-Estás loco?
-Respóndeme, estas celosa?
- Ay no Fernando, no quiero pelear, voy a ducharme para atender la visita.
Fernando se quedó mirando a Rafael mientras dormía...
- Creo que metí la pata, Tu mami debe estar enojadísima conmigo, pero sabes que es lo que pasa campeón, que tu mamá es la mujer de mi vida, me da miedo perderla...
Lucero se regresa al cuarto de los bebés, se detiene en la puerta al escuchar las palabras que Fernando le dice a su pequeño hijo...
- Ustedes son lo más importante para mí, esa Mujer hermosa, tu mamá, es el Lucero que vino a iluminar mis días.
- y tú llegaste a cambiarme la vida- le interrumpió Ella al entrar a la habitación.
-Bonita!!!
-Que lindas palabras, Mi Cielo
- Es la verdad, me Perdonas?
- Claro que te perdono, pero recuerda que no debes sentir celos de mi pasado.- Lucero se acercó y se besaron apasionadamente.
- Bonita no debes estar mucho tiempo de pie, vamos a la habitación para que te recuestes, le diré a Manuel que los esperas allá.
- Está bien.

Alonso tenía planeado junto con Rebeca un secuestro, ambos querían ver sufrir a Lucero, Silvia trataba de hacerlos cambiar de opinión, también quería ver lejos a Lucero de Fernando pero le causaba miedo que alguien muriera. Rebeca le informaba a Silvia todo lo que tenía que hacer:
- Sólo tienes que hacer lo que te digamos.
- Pero no voy a matar a nadie.
- No seas Idiota..
- Dime, tengo que matar a alguien?
- Con lo estúpida que eres, no lo creo.
- Está bien.


- Manuel y Sofía, Lucero los espera en la alcoba, está recostada.
- Está bien?- Pregunto Sofía un poco asustada.
- Si, Sólo que debe guardar reposo, sigan, ya les traigo a mi hijo para que lo conozcan.

Manuel y Sofía entraron, Lucero los esperaba acostada, con una sonrisa los recibió:
- Realmente Eres Hermosa.- Exclamó Sofía la entrar
- Gracias.
- Hola Lucero Cómo estás- Saludó Manuel cordialmente.
- Hola Manuel, Bien y tu cómo has estado?
- Muy Bien Gracias, Mira Ella es Sofía, mi Prometida.
- Hola Sofía un Gusto, tú también eres muy bella.- Manuel y Sofía se sentaron en el mueble cerca de la cama, en ese momento entra José Miguel corriendo buscando a su mamá:
- Maaaaamiiii
-Wow, Cómo estas de grande!!! Ven Aquí Jos…
Fernando venía entrando detrás de José Miguel con Rafael en brazos, hizo un gesto como de disgusto, Lucero lo observó y con un guiño le hizo entender que debía estar tranquilo. El mayor de los bebés corrió a los brazos de su madre, ignorando a Manuel.
- Bueno, creo que ya no me reconoce.
- Si, ya han pasado algunos meses, debe ser por eso.
- Tienes Razón.
- Miren, quien llegó!!!- Exclamó Fernando. Sofía se levantó para cargar a Rafael.
- Es Hermoso, puedo cargarlo?
- Claro, toma.
Después de dialogar sobre los niños y sobre cómo se habían conocido Manuel y Sofía, Manuel se pone de pie:
- Fernando, Lucero… Además de felicitarlos por su hogar, Sofi y yo veníamos a agradecerles…
- Agradecer?- Preguntaron Lucero y Fernando al unísono.
- Si quiero agradecerles, porque a pesar de yo querer intervenir en su relación, ustedes se mantuvieron firmes, por ese motivo conocí a Sofía, ella me ha hecho creer de nuevo en el amor y me ha hecho sentir lo que pensé que había olvidado.
- Es Cierto, Como dice Manuel, y conozco la historia de ustedes porque él me la contó para entender que el pasado ya quedó en el pasado y que ahora él es mi presente y yo soy el suyo.
- Me Alegra Mucho Manuel, por ti y por ti también Sofía, Yo ya perdoné todo eso, porque al igual que ustedes, yo también estoy agradecida, porque la vida me mostró al amor de Mi vida.- Fernando se pone de pie y estrecha la mano de Manuel.
- Manuel, amigos?
- Amigos.- Lucero toma aire e interrumpe.-
- A mi me falta confesar algo-  Todos quedaron en silencio-  Sofía me alcanzas a Rafael, Por Favor?
- Si Claro.
Lucero cargó a su bebé, a su lado estaba jugando José Miguel sobre la cama.
- Manuel, quiero que… quiero que sepas que Rafael es… esss mi Tercer Hijo.
- Qué?
- Bonita, Estás Segura de lo que vas a decir? – Se acerco Fernando a su oído.
- Si, Muy Segura… Si Manuel, hace mas de diez años perdí a mi primer hijo.
- No, No, No…Mi, Mi Hijo?
- Si- Las Lágrimas comenzaron a correr por el rostro de Lucero, al igual que los ojos de Manuel estaban cristalinos.
- Es qué, cómo que mi hijo?
- Perdón, todo fue repentinamente, ese también fue motivo de desaparecer de Mexico un tiempo, el dolor se adueñó de mi, pero te aseguro que todo fue un accidente.- Manuel puso su mano en forma de puño sobre su rostro para tratar de tomar fuerzas.
- Nooo, Perdóname tu a mi, es que, ¡¡¡Dios!!!, no puede ser, mi hijo, todo fue por mi culpa, por pensar solo en el maldito dinero.- Las Lágrimas brotaron de los ojos de Sofía, quien se acercó a su prometido y limpió las que él tenía en su rostro y lo tranquilizaba:
- Calmate Mi Amor.
- Pero Sofi es que…Perdóname Lucero, perdón. – Se Acerca a Lucero tomando su mano.
- Manuel, yo entiendo que debe ser una noticia difícil para ti, también lo fue para mi, hasta para el mismo Fernando, cuando me enteré que estaba embarazada de José Miguel temía que algo le pasara, al igual que con Rafael, pero debes estar tranquilo, ya lo sabes, pero no te lo digo en forma de reproche, solo que entendí que debías saberlo.
- Y te agradezco que me lo contaras, esto me hace entender que todo lo que hacemos trae consecuencias, y lamentablemente mi hijo fue quien pagó por mi mal actuar.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Capítulo 85:

- Fernando quieres cortar el cordón umbilical de tu hijo?
- Hijo? Otro Varón?, jejeje que Bien!!! Si Claro.
- Si Fernando, Varón.- Fernando cargó al bebe, le cortó el cordón y lo entregó a una de las enfermeras para que lo limpiaran, luego lo pusieron en brazos de Lucero, las lágrimas corrían por el rostro de ambos, Fernando besaba la frente de su pequeño hijo y de su bonita.
- Qué Nombre has pensado, Bonita?
- Rafael.
- Rafael?
- Si, como el ángel, José Miguel y Rafael son unos angelitos en mi vida.
- Es Hermoso, Claro Bonita, así se llamará este Pequeño, Nuestro ángel.

Mauricio también esperaba alguna noticia del parto, caminaba por todos lados pero trataba de ocultar su preocupación.
- Es Un Niño!!!- Salió Fernando emocionado.
- Hijo qué Felicidad!!!
- Si Mamá, pronto podrán entrar a verlo. Es Grande Hermoso y sano, muy sano.
- Y Mi Hija, Fernando Cómo esta ella?
- Si Fernando, Cómo está Lucero?- Preguntó Mauricio, todos voltearon sorprendidos pero de la Emoción Fernando continuó dando detalles.
-Ella también está muy bien, Tanto Rafael como ella pronto serán llevados a una habitación.
- Rafael? Asi se llamará mi nieto?
- Si Don Antonio.
- Miguel y Rafael, cómo los ángeles!!!
- Si, ellos son nuestros angelitos.

Silvia llegó hasta la casa de Rebeca, ahí estaba Alonso con ella.
- Hola Rebeca.
- Buenas Silvia, mira aquí está Alonso.
- Alonso!!!, Veo, eso quiere decir que a mi ya no me necesitas?
- Claro que si!!!, Somos un equipo con un objetivo en común.
- Su Objetivo es acabar con Lucero, el mío es..
- Nada Silvia, ya te metiste en esto, ahora lo terminas, o quieres terminar del otro lado cómo terminará Lucero?
- Esta Bien, sigo con ustedes.

Fernando y su familia llegaron a la casa con el nuevo integrante, José Miguel estaba Durmiendo, Rafael tenía su cuna al lado de la de su hermanito.
Lucero estaba en su habitación recostada en la cama descansando, Fernando llegó a hacerle compañía
- Mi Cielo, piensas que José Miguel sienta celos de Rafael?
- No Lo Creo Bonita, José Miguel es un niño de 2 años no creo que esté en edad para entender de eso.
- Espero que se la lleven muy bien.
- Yo si sé quién está sintiendo celos.
- Quién?
- Tu esposo…
- Jajajajajaa Por qué?
- Esos dos hombrecitos se están robando la atención de la Mujer de mi Vida, y así no se vale.
- Tu Sabes muy bien cuanto te amo, te aseguro que en cuanto pueda te voy a consentir mucho mucho mucho jajajajaja…

Por motivo alguno, Manuel se enteró del nacimiento de Rafael, le pidió el favor a Sofía que lo acompañara a visitar a Lucero para conocer el bebé:
- Estás seguro que quieres ir?
- Si, no solo quiero conocer al bebé, también quiero ver a José Miguel hace mucho que no lo veo y ese niño me despertó un instinto paternal.
- Quieres ser Padre?
- Si, siempre lo he querido, y siento algo muy dentro que me hace pensar en un hijo, No sé, siento que me hace falta una parte de mi…
- Cómo si hubieras tenido uno…
- No, o no sé…Bueno que dices? Me Acompañas?
- Mi Amor, pero y yo que iría hacer allá?
- Sofi, quiero confirmarte que por Lucero siento un gran aprecio, solo eso, y mostrarle a ellos que el pasado es pasado y que yo ya no voy a intervenir en su matrimonio.


Ambos llegaron al apartamento de Lucero, la secretaria les había dado la dirección, al abrir la puerta, el rostro de sorpresa de Ofelia fue notoria:
- Buenas Ofelia, Cómo estas?
- Sorprendida!! Que haces aquí?
- Está Lucero?
- Si, pero para que la necesitas?- En ese momento sale Fernando.
- Y Tu Que haces aquí?
Sofía un poco avergonzada se adelanta a Manuel y responde:
- Venimos a conocer a tu hijo, Manuel y yo queríamos hablar con ustedes, pero si hay algún problema nos marchamos.
- No, está bien, sigan. Tu eres?
- Ella es Sofia, Mi Prometida. Le he hablado mucho de José Miguel, bueno de todos ustedes.

Lucero estaba en el cuarto de los bebés, logró escuchar que había visita pero no lograba saber quien era. Fernando se acercó a la habitación:

- Como van los campeones?
- Bien mira Jos ya está Listo, y el pequeño Rafael va a comer- Le decía mientras tenía al más pequeño en brazos. – Escuché que llegó alguien.
- Si, este mmmm es estemmmm…
- es quien?
- Manuel.
- Manuel? Y qué hace aquí?
- Dijo que viene a conocer al bebé, viene con su Prometida…
- Aaaaam está comprometido? Y quién es? O por qué viene con ella?
- No lo sé- Fernando la observó con un poco de enojo- estás celosa?