miércoles, 19 de noviembre de 2014

Capitulo 102:

-Gracias por amarme de esta manera.
- No Mi Bonita eso no se agradece, Yo soy el que te debo dar las gracias por dejarme sentir tu cuerpo y dejarte amar.

Silvia escuchaba recostada a la puerta, las lágrimas corrieron por sus mejillas, aún sentía algo por Fernando, pero había entendido que él ya estaba con Lucero. Bajó las escaleras y Margarita subía con los niños:
- Encontraste a Fernando y Lucero?
- No.
- No? No estaban en el cuarto?
- Si, pero la puerta está cerrada, deben estar descansando, No quise interrumpir.
- Entiendo.

Fernando besó la frente de Lucero:
- Me hacías falta.
- Nos Hacíamos falta.
- Si pero no hablo solo de esto, hablo de ti, de tu presencia, verte sonreír.
- Estaba Preparada para lo peor. Pensé que no te volvería a ver ni a ti ni a los niños.
- Dejemos de hablar de eso, Hablemos del presente y de todos los planes que quiero realizar contigo.
- Cómo cuales Señor Colunga?
- Bueno Señora de Colunga, por ahora quiero consentirte, mimarte hasta saber que estás mejor.
- Pero lo estoy, no ves?
- Si, pero…- En ese momento algunas nauseas comenzaron a generar molestia en Lucero. Ella de inmediato tapó su boca con su mano- Qué pasa?
- Nada…
- Qué te pasa?
- Nada, Solo fue un mareo y nauseas, debe ser por lo débil que estoy.
- Viste, y luego de hacer el amor quedaste más débil, Voy a traerte algo de fruta.
- No, Voy a darme una ducha y…- el mareo continuó.
- Ves?, ven vamos y nos duchamos juntos, luego bajo por frutas, estás muy débil.
- Pero me ayudas a levantarme por favor?
- Claro!!! Cómo diga la Princesa.

Manuel y Sofía fueron hasta la funeraria donde estaban velando a Rebeca, Su madre 
estaba ahí junto con otras personas, muy pocas en realidad.
- Manuel!!
- Señora, lo siento.
- Yo sabía que mi hija no estaba en nada bueno, desde que regresaron a México y se separó de ti, ella cambió demasiado.
- Es que ella…
- Lo sé Manuel, ella fue quien secuestró a Lucero, las noticias corren y más cuando se trata de la familia Hogaza que es tan conocida en este país.
- Exacto.
- También me enteré que mi Rebeca secuestró a los dos hijos de Lucero.
- Señora es que…
- Déjame hablar Manuel, yo sé que mi hija no fue una Santa Paloma, me duele ver cómo acabó ella misma con su vida, dejó todo por destruir una familia, esa no fue la niña que yo eduqué. En qué Momento Manuel se me salió Rebeca de las manos? – La mujer comenzó a llorar abrazada a Manuel, Sofía bajó su rostro al presenciar la dolorosa escena.

-Voy a subir los niños para que vayan a ver a sus papás.
- No No, señora Margarita, si quiere puedo jugar con ellos unos minutos.
- Silvia pero sabes que vas a estar vigilada.
- Si Señora, ya sé que me quiere decir, y tranquila no le haré daño a estos pequeñines.
- Está bien, voy a buscar a Ofelia para saber que será para la hora de almuerzo.
- Ok.

Mientras Fernando y Lucero se duchaban cada uno acariciaba el cuerpo del otro, el agua caía sobre ellos, Fernando besaba la frente de Lucero:
- Fer.
- Dime Bonita.
- Me Amas?
- Lo Dudas?
- No, sino que quiero escucharlo de nuevo.
- Claro mi Vida que Te Amo, amo que estés a mi lado compartiendo mis días, ahora dime Tu me Amas?
- No Sé si esto es amor…
- Qué?
- No Te Asustes, es que esto debe ir más allá del amor, lo que siento por ti supera ese sentimiento, me has llenado de Felicidad y Fortaleza, y aunque pasamos por momentos difíciles siempre has estado a mi lado.
- Wow – Con Un Beso apasionado callaron sus labios.

Se Terminaron de Duchar, Fernando cargó a Lucero y la llevó a la cama, ella lo orientaba para qué él buscara su ropa. Ambos se vistieron, Lucero quería salir a caminar y ver jugar a los niños.
-Estás segura que te sientes fuerte para bajar?
- Fer, tuve fuerzas para hacer el amor contigo, crees que no me siento capaz de bajar las escaleras?
- Jajajaja, Solo decía.
- Jajajajaja Ay Mi Cielo, Tú y tus ocurrencias.
 

Silvia jugaba con los niños en la sala, al Bajar poco a poco las escaleras Lucero lo notó y comenzó a susurrarle a Fernando:
- Qué hace ella con los niños?
- Tranquila, recuerda que fue ella quien los cuidó y se escapó con ellos.
- Pero, Mi Cielo.
- No Te Preocupes, no les hará daño.
- Seguro?
- Siiii Bonita.
- Bueno, Voy a confiar en ti.
- Jajaja como siempre…
- Si- Le dio un delicado beso. Terminaron de bajar y llegaron hasta donde estaban jugando:
- Mamiiiii- Corrió José Miguel a los brazos de Lucero, ella se agachó lo acarició pero no lo cargó, no se sentía con la fuerza necesaria para hacerlo, el niño siguió jugando con su hermanito
- Hola Lucero, Cómo Sigues?
- Mejor, Gracias Silvia
- Gracias a ustedes por no denunciarme.- Lucero de nuevo se sintió mareada, Se sentó lentamente:
- De Nuevo el mareo?
- Algo, sentí que se me oscureció el mundo por unos segundos.
- Si quieren llamó a un médico- comentó Silvia.
- No!
- Si!
- Bueno a quién le hago caso?
- A mi Silvia, ve y llama al médico y de paso por favor dile a mi mamá o a Ofelia que vengan aquí.
- Listo Fernando.
- Tu si exageras, es solo un mareo.
- Solo un mareo? Esto me tiene Preocupado- Margarita y Ofelia llegaron en ese momento.
- Qué sucede Mi Niña?
- Nada Nana, Fernando es un exagerado, solo me dio un simple mareo y listo.
- Voy a llevar los niños arriba, La Señora Margarita se queda con ustedes.
- No Nana, Ya estoy bien, déjalos aquí, quiero verlos jugar.
- Luego que te revise el médico lo harás.
- Todos son unos exagerados, no me pasa nada.
- Pareces una Niña. – Reprochó Fernando.
- Bueno ya. No van a pelear por eso o si? – les preguntó Margarita, Ambos se silenciaron. Fernando se volteó
- ¡¡Bueno y Silvia qué pasa que no aparece con el médico!!
- Debe ser que se fue hasta el puesto de salud a Buscarlo, y caminando- Respondió con ironía Lucero.
- Ja! Tan chistosa.
Margarita sólo sonreía al ver la escena que estaba presenciando, su hijo y su nuera parecían dos niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario