"Capítulo dedicado a Las Lucerinas Colombianas... Algunos de sus consejos los he tenido en cuenta, creo que mi mente es un poco más sana que la de ustedes jjajajaja"
Lucero no es una mujer celosa pero al ver a Fernando
abrazado de Silvia le removió algo que era inexplicable, tapó su boca con sus
dos manos, no quería llorar pero sus lágrimas recorrieron sus mejillas, se
recostó en la cama y se abrazó a su almohada. Fernando y Silvia terminaron de
hablar, luego él subió a la habitación, Lucero estaba acostada dando la
espalda, ella escuchó la puerta y se hizo la dormida.
- Lucero aun estas enojada?- Se acercó a ella pero no encontró respuesta.- No quiero que estemos así. Oye Bonita! – La miró de frente y notó que estaba “descansando”. Salió y cerró la puerta con cuidado, ella abrió los ojos, se levantó nuevamente y comenzó a empacar su maleta, no la terminó de alistar, dejó algo de ropa tirada en la cama y salió al cuarto de los niños, al entrar allí encontró a Silvia
- Hola Lucero, ya te veo mejor!!
- Silvia puedo estar a solas con mis hijos?
- Claro.
- Gracias- Lucero con su mano le señaló la puerta y Silvia salió.- Dios mio por qué Silvia no se ha ido para su casa?- En ese momento iba entrando Ofelia, José Miguel se había quedado dormido en su cama, estaba agotado de jugar y a Rafael lo cargó su madre en sus brazos.
- Mi Niña!!! Cómo te sientes?
- De salud un poco mejor.
- Y del resto?
- No Lo sé Nana, no sé qué hace Silvia aún aquí
- Fernando le dijo que se podía quedar mientras nosotros aun estuviéramos aquí.
- Aaaa siii?, Mmmm que bueno saberlo.
- Pasa algo?
- No nada, y mi Papá?
- Él se fue para la capital muy de mañana, antes que te diera el mareo él ya había salido.
- Y por qué Silvia no se fue con él?
- No Lo sé, debe ser por lo mismo, porque Fernando le pidió que estuviera con los niños.
- Y es que acaso no estás tú o Margarita? Ella no es necesaria aquí.
- Lucero que sucede?
- Nada. Me llevo a Rafa para mi cuarto. Estaré pendiente si Jos se despierta.
- Lucero aun estas enojada?- Se acercó a ella pero no encontró respuesta.- No quiero que estemos así. Oye Bonita! – La miró de frente y notó que estaba “descansando”. Salió y cerró la puerta con cuidado, ella abrió los ojos, se levantó nuevamente y comenzó a empacar su maleta, no la terminó de alistar, dejó algo de ropa tirada en la cama y salió al cuarto de los niños, al entrar allí encontró a Silvia
- Hola Lucero, ya te veo mejor!!
- Silvia puedo estar a solas con mis hijos?
- Claro.
- Gracias- Lucero con su mano le señaló la puerta y Silvia salió.- Dios mio por qué Silvia no se ha ido para su casa?- En ese momento iba entrando Ofelia, José Miguel se había quedado dormido en su cama, estaba agotado de jugar y a Rafael lo cargó su madre en sus brazos.
- Mi Niña!!! Cómo te sientes?
- De salud un poco mejor.
- Y del resto?
- No Lo sé Nana, no sé qué hace Silvia aún aquí
- Fernando le dijo que se podía quedar mientras nosotros aun estuviéramos aquí.
- Aaaa siii?, Mmmm que bueno saberlo.
- Pasa algo?
- No nada, y mi Papá?
- Él se fue para la capital muy de mañana, antes que te diera el mareo él ya había salido.
- Y por qué Silvia no se fue con él?
- No Lo sé, debe ser por lo mismo, porque Fernando le pidió que estuviera con los niños.
- Y es que acaso no estás tú o Margarita? Ella no es necesaria aquí.
- Lucero que sucede?
- Nada. Me llevo a Rafa para mi cuarto. Estaré pendiente si Jos se despierta.
Silvia estaba en la sala cuando Margarita se sentó con
ella,
- En qué piensas?
- En las vueltas que da la vida, por un tiempo quise separar a Fernando y Lucero a como diera lugar y al Final terminé uniéndolos mas.
- Y te sientes mal por eso?
- No, al contrario, me he dado cuenta que ese amor tan puro que ellos se tiene nadie puede dañarlo.
- Qué harás con tu vida?
- Gracias a que Fernando no me denunció, puedo seguir con mi carrera, la terminaré y me iré de la cuidad por un tiempo, creo que ha de ser lo mejor, sé que me voy a seguir encontrando con Fer en la universidad, no muy seguido, pero debo tener límites para evitar más problemas.
- Te entiendo, y en cuanto a tu vida amorosa?
- Jajajaa no lo sé, creo que algún día llegará la persona indicada.
- En qué piensas?
- En las vueltas que da la vida, por un tiempo quise separar a Fernando y Lucero a como diera lugar y al Final terminé uniéndolos mas.
- Y te sientes mal por eso?
- No, al contrario, me he dado cuenta que ese amor tan puro que ellos se tiene nadie puede dañarlo.
- Qué harás con tu vida?
- Gracias a que Fernando no me denunció, puedo seguir con mi carrera, la terminaré y me iré de la cuidad por un tiempo, creo que ha de ser lo mejor, sé que me voy a seguir encontrando con Fer en la universidad, no muy seguido, pero debo tener límites para evitar más problemas.
- Te entiendo, y en cuanto a tu vida amorosa?
- Jajajaa no lo sé, creo que algún día llegará la persona indicada.
Lucero entra en la habitación y Fernando tiene una de sus
blusas en la mano:
- Qué significa esto?
- Que estaba empacando!!
- Si, eso lo sé
- Entonces por qué preguntas?
- Qué te pasa? Por qué te estás comportando de esta manera?
- Cómo? Como una niña?
- Exacto!
- Aaaah Ahora la niña soy Yo!
- Lucero no mal interpretes las cosas.
- No estoy mal interpretando nada, eso dijiste o no?
- Deja de estar a la defensiva, ven llevo a Rafael al cuarto, no me gusta hablar de esta manera delante de los niños.
- Yo lo llevo.
- Está bien.- A los minutos regresa Lucero y llega hasta la cama, siguió empacando y Fernando salió del baño.
- Me puedes decir qué estás haciendo?
- Ya te había dicho, Empacando, no ves?- Fernando cogió la ropa de las manos de Lucero con fuerza, y la lanzó las prendas a la cama.
- Bueno YA!! Que te pasa?
- No me alces la voz.
- No te estoy alzando la voz, solo quiero dialogar contigo y tú estás a la defensiva, será que puedo saber por qué estás así?, Por la discusión de esta mañana?- Lucero suspiró profundamente, quería hablar pero las palabras no le salían, sus ojos se llenaron de lágrimas, una de ellas se escapó y la limpió rápidamente.
- No, no es por eso.- respondió con la voz entrecortada.
- Entonces por qué estás así?
- Me quiero ir para la ciudad de México Ya.
- Pero dame una razón, sólo una.
- Que me quiero iiiirrr… eso no es una razón?
- No!
- Pues entonces no sé qué razón darte, solo que me quiero IR.
Margarita entra ignorando la discusión.
- Muchachos el almuerzo ya está servido, Hija ya te sientes mejor?
- Si Margarita, Gracias- Sonrió disimuladamente.
- Bueno los esperamos, ya Los niños están abajo.
- Gracias mamá ya vamos.
- Bajamos? Nos están esperando.
- Entonces no me vas a decir que pasa?- Lucero se volteó lo miró a los ojos.
- NO.
- Qué significa esto?
- Que estaba empacando!!
- Si, eso lo sé
- Entonces por qué preguntas?
- Qué te pasa? Por qué te estás comportando de esta manera?
- Cómo? Como una niña?
- Exacto!
- Aaaah Ahora la niña soy Yo!
- Lucero no mal interpretes las cosas.
- No estoy mal interpretando nada, eso dijiste o no?
- Deja de estar a la defensiva, ven llevo a Rafael al cuarto, no me gusta hablar de esta manera delante de los niños.
- Yo lo llevo.
- Está bien.- A los minutos regresa Lucero y llega hasta la cama, siguió empacando y Fernando salió del baño.
- Me puedes decir qué estás haciendo?
- Ya te había dicho, Empacando, no ves?- Fernando cogió la ropa de las manos de Lucero con fuerza, y la lanzó las prendas a la cama.
- Bueno YA!! Que te pasa?
- No me alces la voz.
- No te estoy alzando la voz, solo quiero dialogar contigo y tú estás a la defensiva, será que puedo saber por qué estás así?, Por la discusión de esta mañana?- Lucero suspiró profundamente, quería hablar pero las palabras no le salían, sus ojos se llenaron de lágrimas, una de ellas se escapó y la limpió rápidamente.
- No, no es por eso.- respondió con la voz entrecortada.
- Entonces por qué estás así?
- Me quiero ir para la ciudad de México Ya.
- Pero dame una razón, sólo una.
- Que me quiero iiiirrr… eso no es una razón?
- No!
- Pues entonces no sé qué razón darte, solo que me quiero IR.
Margarita entra ignorando la discusión.
- Muchachos el almuerzo ya está servido, Hija ya te sientes mejor?
- Si Margarita, Gracias- Sonrió disimuladamente.
- Bueno los esperamos, ya Los niños están abajo.
- Gracias mamá ya vamos.
- Bajamos? Nos están esperando.
- Entonces no me vas a decir que pasa?- Lucero se volteó lo miró a los ojos.
- NO.
Todos estaban en el comedor disfrutando de lo delicioso
que estaba el menú, Fernando y Lucero bajaron, él muy pendiente de ella mientras
se acomodaban, pero ella muy seria con él, nadie notaba nada extraño, sabían
ocultar muy bien su disgusto. Al ver a Silvia en el comedor, Lucero tragó
saliva y se sentó.
- Hija, Ofelia te preparó algo saludable por eso de tus mareos, no vaya siendo que no te estés alimentando bien.
- Gracias, ya me he sentido mucho mejor, por eso me quiero ir para el DF.- Fernando dejó caer sus cubiertos.
- Y eso, por qué, Bonita? – Preguntó de manera que le pudiera responder a todos.
- Porque ya me quiero ir, mi cielo.
- Pero este Lugar es muy lindo y acogedor.- Opinó Ofelia.
- Si Nana, pero ya me hace falta mi casa.
- Sólo eso, Bonita?
- Si, solo eso, Mi Cielo!
Cada uno siguió con su conversación, todos hablaban, todos opinaban de diferentes temas, Lucero y Fernando solo se miraban, ella le alzaba una de sus cejas en señal para que dejara de mirarla.
- Hija, Ofelia te preparó algo saludable por eso de tus mareos, no vaya siendo que no te estés alimentando bien.
- Gracias, ya me he sentido mucho mejor, por eso me quiero ir para el DF.- Fernando dejó caer sus cubiertos.
- Y eso, por qué, Bonita? – Preguntó de manera que le pudiera responder a todos.
- Porque ya me quiero ir, mi cielo.
- Pero este Lugar es muy lindo y acogedor.- Opinó Ofelia.
- Si Nana, pero ya me hace falta mi casa.
- Sólo eso, Bonita?
- Si, solo eso, Mi Cielo!
Cada uno siguió con su conversación, todos hablaban, todos opinaban de diferentes temas, Lucero y Fernando solo se miraban, ella le alzaba una de sus cejas en señal para que dejara de mirarla.
Al finalizar todos se fueron para la sala, los niños
estaban jugando, pero Rafael comenzó a llorar, Lucero lo cargó y decidió subir
manifestando que quería dormir un poco, Fernando la siguió, subiendo las
escaleras ella le dijo en voz baja:
- Puedo ir sola, tranquilo.
- Pero me puedes decir qué es lo que está pasando?
- Creo que allá abajo alguien más te está esperando.
- Lucero, por favor me explicas.
- No – Siguió subiendo y llegó hasta la habitación de los niños, Fernando entró con ella.- Te dije que quiero descansar.
- Aquí?
- No, vine dejar a Rafael, y voy y me recuesto.
- Aishhh Bueno, no sé qué te pasa, es como si tuvieras cambios hormonales.
- Ja! No te pases.
- No, no me paso, en serio, estás insoportable.
- A si? Entonces baja, en la sala hay alguien a quien si soportas.
- Ay vas a seguir!, Pues si voy a bajar y a decirles a todos que empaquemos, nos vamos esta misma tarde.- Fernando se marchó.
- Fer!! Ainss… Pero no le voy a dar la razón… Jum… Cambios hormonales? (Hablaba sola, consigo misma)
- Puedo ir sola, tranquilo.
- Pero me puedes decir qué es lo que está pasando?
- Creo que allá abajo alguien más te está esperando.
- Lucero, por favor me explicas.
- No – Siguió subiendo y llegó hasta la habitación de los niños, Fernando entró con ella.- Te dije que quiero descansar.
- Aquí?
- No, vine dejar a Rafael, y voy y me recuesto.
- Aishhh Bueno, no sé qué te pasa, es como si tuvieras cambios hormonales.
- Ja! No te pases.
- No, no me paso, en serio, estás insoportable.
- A si? Entonces baja, en la sala hay alguien a quien si soportas.
- Ay vas a seguir!, Pues si voy a bajar y a decirles a todos que empaquemos, nos vamos esta misma tarde.- Fernando se marchó.
- Fer!! Ainss… Pero no le voy a dar la razón… Jum… Cambios hormonales? (Hablaba sola, consigo misma)
-Mamá!!! Lucero y yo vamos a empacar para irnos esta
tarde al DF, diles a los demás si se van o se quedan.
- Qué pasó Hijo? Se puso mal Lucero?
- No, no es eso, pero para su bien es mejor estar allá, no te parece?
- Ok, ya les digo.
- Gracias Ma´
- Qué pasó Hijo? Se puso mal Lucero?
- No, no es eso, pero para su bien es mejor estar allá, no te parece?
- Ok, ya les digo.
- Gracias Ma´
Ante el anuncio, todos decidieron empacar, Margarita y
Silvia iban en una Camioneta, Fernando, Lucero, Ofelia y los Niños iban en la
otra, ambas camionetas iban vigiladas por un pequeño grupo de guardaespaldas
que había dejado Don Antonio. El silencio durante todo el camino se apoderó de
la camioneta de Fernando, Ofelia llegó a un punto de sentirse incomoda, decidió
iniciar una conversación:
- Mi Niña, cuando lleguemos debemos enviar un arreglo floral a la familia de Mauricio.
- Oye Si! Quiero ir a verlos, bueno a saludarlos.- Fernando iba concentrado en la carretera.
- Pero Lucerito, recuerda que el medico te pidió guardar reposo.
Fernando entre dientes comenta.
- Con lo terca que anda no creo que lo haga.
- Ja!!!- y De nuevo el silencio aparece.
- Mi Niña, cuando lleguemos debemos enviar un arreglo floral a la familia de Mauricio.
- Oye Si! Quiero ir a verlos, bueno a saludarlos.- Fernando iba concentrado en la carretera.
- Pero Lucerito, recuerda que el medico te pidió guardar reposo.
Fernando entre dientes comenta.
- Con lo terca que anda no creo que lo haga.
- Ja!!!- y De nuevo el silencio aparece.
Ya oscureciendo, Todos llegaron a la casa de Don Antonio,
ahí entraron y conversaron un poco, Silvia se despidió agradeciendo por no
haberla denunciado, aunque aclaró que si iba a servir como testigo en el juicio
en contra de Alonso, Margarita abraza fuertemente a sus nietos, su hijo y su
nuera, de igual manera se despide, Don Antonio al ver que todos se estaban
despidiendo sugiere:
- Si se quedan esta noche aquí?
- Gracias Suegro, pero Queremos descansar, a Lucero ya le hace falta nuestra casa.- Ella los observa en silencio.
- Está bien, si y es mejor por su salud. Pero les puedo pedir un favor?
- Si diga.
- Me pueden dejar a mis nietos?
- Si Papá, pero Ofelia se queda con ustedes para que los cuide. Si Nana?
- Claro Mi Niña.
- Si se quedan esta noche aquí?
- Gracias Suegro, pero Queremos descansar, a Lucero ya le hace falta nuestra casa.- Ella los observa en silencio.
- Está bien, si y es mejor por su salud. Pero les puedo pedir un favor?
- Si diga.
- Me pueden dejar a mis nietos?
- Si Papá, pero Ofelia se queda con ustedes para que los cuide. Si Nana?
- Claro Mi Niña.
Asi fue, Ofelia y los niños se quedaron en casa de
Antonio, Fernando y Lucero se fueron para su apartamento, en el camino no
cruzaron palabra, al llegar Fernando acomodó las maletas en la habitación.
Lucero se fue a la cocina y se sirvió un poco de agua, él la busca y la
encuentra ahí sola y callada:
- Ahora qué estamos solo si me vas a decir qué sucede.
- Mmm mmm No.
- Qué fue lo que hice?
- Cómo fue que me dijiste? Aaa siii, cambios Hormonales, eso debe ser.
- Lucero, en serio, estás así porque me preocupé al verte con esos mareos.
- Al principio sí, me molestó que me trataras como una niña.
- y Luego?
- Luego qué?
- si Dijiste al principio, es porque hay una segunda parte.
- Nada, me voy a cambiar.- Lucero trato de irse, Fernando la agarró del brazo y acercó a su pecho.
- Ya estuvo No?
- Sueltame Fernando!!!
- No, qué pasa?
- Te dije qué me soltaras.- Forcejeaba con él.
- Me vas a decir por qué estás así?
- Por qué no vas y le preguntas a Silvia?
- Qué?
- Si, esta mañana estaban muy bien abrazados.- él la apretó con sus dos brazos, y con más fuerza hacía su pecho.
- Así?
- Suéltame.
- Dime, así la tenía?
- Fer! Suéltame. – Fernando la besó, ella quería negarse pero su boca no se lo permitió, esos besos la debilitaban.
- Sentiste celos?
- Obviooo No, Me Sueltas?
- Está bien.- él la soltó, ella se giró e iba a tomar un poco de agua, él la abraza por la espalda y comienza a besarle la oreja.
- No Fer.
- Por qué No? –Sus besos continuaban por el cuello, el vaso de agua que Lucero tenía en la mano cae al piso. La Respiración de ambos comienza a acelerarse.
- Es que…
- Dime que no quieres mis besos, mis caricias…- Fernando besaba cada centímetro del cuello de su bonita.
- Fer, por favor…
- Qué? Dime que no me has perdonado y te dejo tranquila.- Lucero se gira y pone sus manos en el pecho de Fernando.
- Y si te digo que ya te perdoné?- Fernando sonríe, la sube a sus caderas, la besa sin control, en esta posición la sube al mesón de la cocina, tumbando la jarra de agua que ahí estaba, desabotona la camisa que ella lleva puesta, se la quita con poca paciencia.
- Quieres que te diga que pasa?
- No, quiero que me lo demuestres. - Fernando fija su mirada en el pecho de Lucero, ella muerde su Labio. Él se quita la camisa, sus besos se enloquecieron en el pecho de Lucero, la baja de aquel mesón y quedan de pie uno frente al otro, ella desabotona el jean de Fernando, pero él se lo quita de un jalón, ella se queda en brasier, prenda que no duró mucho en su lugar, ella se lo desabrocha y lo lanza lejos de ellos, él la abraza y con sus labios baja hasta su abdomen se arrodilla frente a ella, le baja la cremallera con delicadeza, baja el jean, así arrodillado le besa el vientre, ella pone su mano el mentón y le levanta el rostro para que la mire de frente, antes de poner de pie, baja la pequeña tanga que ella lleva puesta, él se levanta, la carga de nuevo en sus caderas, pero esta vez la lleva hasta el comedor, con su brazo tira al piso el centro de mesa, allí la recuesta, el cuerpo de Lucero pedía a gritos tener a Fernando dentro suyo, Fernando se quita el bóxer y entra en ella, haciendo que ella se agarre con fuerza del orillo de la mesa, el movimiento hacia adentro hacia afuera hacían que ella se retorciera de placer, él acaricia los senos de Lucero, ella no deja de morder sus labios, sin perder el placer él la carga y la lleva hasta uno de los muebles, ahí cae sentado, ella queda ahorcadas sobre él, Lucero se acomoda su cabello para un lado, se queda mirando fijamente a Fernando y ambos sonríen, “Te Amo” le susurra, comienza a hacer movimientos que excitan cada vez más a Fernando, él le acaricia las caderas, le besa sus senos, Lucero se inclina hacia atrás, sin soltarse del cuello de Fernando, de nuevo se acerca a él, abre un poco más sus piernas y es ahí donde ambos tienen la necesidad de gritar de placer, los fuertes suspiros de Lucero en el oído de Fernando, hacen que él quiera más y más, ella no deja de hacer aquellos movimientos, de nuevo ella se deja caer hacía atrás:
- Fer!!- Grita casi sin respiración… él se levanta, como pudo, y se le lleva para la cama, ahí la acuesta, sin antes entrar de nuevo en ella, es aquí donde el ritmo de los movimientos es sin control, Lucero se arquea de placer y con un grito de placer le expresa a Fernando que ya había alcanzado el clímax, él sale lentamente de ella, pero sigue besando su cuerpo desnudo, besas los senos, el abdomen, se detiene por unos minutos en su vientre, continua bajando y llega ahí, donde quería llegar, Lucero abre un poco la piernas, él con tiernos besos juega con aquella parte intima, su lengua hace un recorrido que nunca antes había hecho, ella le acaricia el cabello, mientras él la hace delirar de placer, de nuevo regresa sus besos hasta el pecho jugando con sus pezones, continua y llega hasta su boca, de nuevo sus besos apasionados, se giran y él quedo boca arriba, ahora es el turno de Lucero inspeccionar el cuerpo de Fernando, besa aquellos pectorales tan bien formados, baja poco a poco hasta su pecho y se regresa, sus bocas pedías un beso tras otro.
- Te Amo.
- Wow, que manera de perdonarme!!!
- Jajajaja.
- Aunque todavía no tengo claro porque era que estabas así.
- Puedo pedirte un favor?
- Dime, Mi Bonita.
- Hablamos de eso mañana, ahora solo quiero estar así contigo, escuchar tu corazón, dormir en tu pecho.
- Eso está muchísimos mejor que hablar jajajaja.
- Ahora qué estamos solo si me vas a decir qué sucede.
- Mmm mmm No.
- Qué fue lo que hice?
- Cómo fue que me dijiste? Aaa siii, cambios Hormonales, eso debe ser.
- Lucero, en serio, estás así porque me preocupé al verte con esos mareos.
- Al principio sí, me molestó que me trataras como una niña.
- y Luego?
- Luego qué?
- si Dijiste al principio, es porque hay una segunda parte.
- Nada, me voy a cambiar.- Lucero trato de irse, Fernando la agarró del brazo y acercó a su pecho.
- Ya estuvo No?
- Sueltame Fernando!!!
- No, qué pasa?
- Te dije qué me soltaras.- Forcejeaba con él.
- Me vas a decir por qué estás así?
- Por qué no vas y le preguntas a Silvia?
- Qué?
- Si, esta mañana estaban muy bien abrazados.- él la apretó con sus dos brazos, y con más fuerza hacía su pecho.
- Así?
- Suéltame.
- Dime, así la tenía?
- Fer! Suéltame. – Fernando la besó, ella quería negarse pero su boca no se lo permitió, esos besos la debilitaban.
- Sentiste celos?
- Obviooo No, Me Sueltas?
- Está bien.- él la soltó, ella se giró e iba a tomar un poco de agua, él la abraza por la espalda y comienza a besarle la oreja.
- No Fer.
- Por qué No? –Sus besos continuaban por el cuello, el vaso de agua que Lucero tenía en la mano cae al piso. La Respiración de ambos comienza a acelerarse.
- Es que…
- Dime que no quieres mis besos, mis caricias…- Fernando besaba cada centímetro del cuello de su bonita.
- Fer, por favor…
- Qué? Dime que no me has perdonado y te dejo tranquila.- Lucero se gira y pone sus manos en el pecho de Fernando.
- Y si te digo que ya te perdoné?- Fernando sonríe, la sube a sus caderas, la besa sin control, en esta posición la sube al mesón de la cocina, tumbando la jarra de agua que ahí estaba, desabotona la camisa que ella lleva puesta, se la quita con poca paciencia.
- Quieres que te diga que pasa?
- No, quiero que me lo demuestres. - Fernando fija su mirada en el pecho de Lucero, ella muerde su Labio. Él se quita la camisa, sus besos se enloquecieron en el pecho de Lucero, la baja de aquel mesón y quedan de pie uno frente al otro, ella desabotona el jean de Fernando, pero él se lo quita de un jalón, ella se queda en brasier, prenda que no duró mucho en su lugar, ella se lo desabrocha y lo lanza lejos de ellos, él la abraza y con sus labios baja hasta su abdomen se arrodilla frente a ella, le baja la cremallera con delicadeza, baja el jean, así arrodillado le besa el vientre, ella pone su mano el mentón y le levanta el rostro para que la mire de frente, antes de poner de pie, baja la pequeña tanga que ella lleva puesta, él se levanta, la carga de nuevo en sus caderas, pero esta vez la lleva hasta el comedor, con su brazo tira al piso el centro de mesa, allí la recuesta, el cuerpo de Lucero pedía a gritos tener a Fernando dentro suyo, Fernando se quita el bóxer y entra en ella, haciendo que ella se agarre con fuerza del orillo de la mesa, el movimiento hacia adentro hacia afuera hacían que ella se retorciera de placer, él acaricia los senos de Lucero, ella no deja de morder sus labios, sin perder el placer él la carga y la lleva hasta uno de los muebles, ahí cae sentado, ella queda ahorcadas sobre él, Lucero se acomoda su cabello para un lado, se queda mirando fijamente a Fernando y ambos sonríen, “Te Amo” le susurra, comienza a hacer movimientos que excitan cada vez más a Fernando, él le acaricia las caderas, le besa sus senos, Lucero se inclina hacia atrás, sin soltarse del cuello de Fernando, de nuevo se acerca a él, abre un poco más sus piernas y es ahí donde ambos tienen la necesidad de gritar de placer, los fuertes suspiros de Lucero en el oído de Fernando, hacen que él quiera más y más, ella no deja de hacer aquellos movimientos, de nuevo ella se deja caer hacía atrás:
- Fer!!- Grita casi sin respiración… él se levanta, como pudo, y se le lleva para la cama, ahí la acuesta, sin antes entrar de nuevo en ella, es aquí donde el ritmo de los movimientos es sin control, Lucero se arquea de placer y con un grito de placer le expresa a Fernando que ya había alcanzado el clímax, él sale lentamente de ella, pero sigue besando su cuerpo desnudo, besas los senos, el abdomen, se detiene por unos minutos en su vientre, continua bajando y llega ahí, donde quería llegar, Lucero abre un poco la piernas, él con tiernos besos juega con aquella parte intima, su lengua hace un recorrido que nunca antes había hecho, ella le acaricia el cabello, mientras él la hace delirar de placer, de nuevo regresa sus besos hasta el pecho jugando con sus pezones, continua y llega hasta su boca, de nuevo sus besos apasionados, se giran y él quedo boca arriba, ahora es el turno de Lucero inspeccionar el cuerpo de Fernando, besa aquellos pectorales tan bien formados, baja poco a poco hasta su pecho y se regresa, sus bocas pedías un beso tras otro.
- Te Amo.
- Wow, que manera de perdonarme!!!
- Jajajaja.
- Aunque todavía no tengo claro porque era que estabas así.
- Puedo pedirte un favor?
- Dime, Mi Bonita.
- Hablamos de eso mañana, ahora solo quiero estar así contigo, escuchar tu corazón, dormir en tu pecho.
- Eso está muchísimos mejor que hablar jajajaja.
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