Capítulo 25

La Noche siguiente Lucero llega al Lugar donde fue Citada por Fernando, llegó vestida de una Manera elegante y sensual a la vez, un enterizo negro con encaje en su pecho que dejaba ver el valle entre ellos, el encaje también cubría sus brazos hasta las muñecas, donde llegó era una casa muy elegante, en la puerta había una nota que decía:

“Solo Puede entrar El Amor de Mi Vida, esa es Mi Profesora de Contabilidad”…

Lucero Sonríe, toma la Nota y entra, en la sala estaba Fernando con unas copas de Vino, ella al verlo exclama:
-y he aquí al amor de mi Vida, Mi mejor Alumno de Contabilidad…

Los dos sonríen, Fernando se acerca y en un beso apasionado comienza aquella noche inolvidable para ambos…

Lucero solo toma una copa de vino, pues le preocupa su embarazo…

-Quiero que esta noche sea eterna, que cada segundo que estemos aquí se conviertan en horas…
-Bonita, no pensemos en el mañana, vivamos el Hoy…

Sentados en un Hermoso Mueble de la sala Lucero Abraza fuertemente a Fernando, él sin perder oportunidad besa su cuello, tratando de quitar aquel enterizo que ella lleva puesto…
-No Espera!!!
-Qué Sucede?, No Me Digas que me vas a dejar así?
-No Para nada, esta vez debe ser diferente, deja voy al baño, ponte cómodo.

Mientras Lucero va al baño, Fernando quita su camisa, al alzar la vista ve a Lucero caminando hacia él con un Baby Doll Negro, conformado por una blusa que cubría sus senos y deja a la vista su vientre y una pequeña tanga  … se acerca de nuevo a ella, suelta la cinta que une las copas de la blusa, le da la vuelta y comienza a besar su cuello, la rodea con sus brazos, ella por su parte echa sus brazos hacia atrás, buscando el Rostro de Fernando para acariciarlo, el besa su cuello sin parar, la voltea y sigue quitando la parte superior del Baby Doll al tiempo que acaricia sus senos, ella mira fijamente cada acción que él realiza y con sus suaves manos comienza a acariciar el pecho de Fernando, mientras el lentamente va bajando el panty… ya desnudos totalmente y besándose sin parar de pie en medio de aquella sala, Fernando la recuesta con fuerza pero sin lastimarla contra una de las paredes de la casa, sin dejar de besarla, Ella trepa en Fernando y rodea su cuerpo con las piernas, él la toma de los glúteos, y en esta posición él la lleva hasta el cuarto el cual estaba decorado de una manera fresca y sencilla, todo blanco y una Luz muy tenue que iluminaba la habitación, sus besos continúan, él la recuesta en la cama y besando sus pies continua por sus muslos, su mano la acariciaba de tal forma que no dejara ningún rincón de su cuerpo sin acariciar, llega al vientre y su lengua se posa en su loco ombligo, lo que hace que Lucero masajee el cabello de Fernando, el sigue besando el cuerpo de su amada, llega a sus pechos donde se detiene y con su lengua recorre los senos dándole pequeños y delicados mordiscos en sus pezones haciendo que Lucero se retuerza de deseo, continúa y por fin llega a sus labios, un beso enmudecedor, su lengua recorría toda su boca, ambos se necesitaban… él recostado en Lucero, con su piernas abre las de ella, y con ternura entra en ella, Lucero comienza a mover con fuerza sus caderas hacia las de él, sus miradas están fijas uno en el otro, él con movimientos lentos entra y sale de ella, Lucero gime de placer, arqueada y bañada en sudor, lo mira con ojos de felicidad y placer; él sonríe y continua con sus movimientos, esta vez con un poco más de velocidad, ella por su parte mantiene el ritmo que él lleva… Fernando llega a la total penetración, lo que hace que Lucero gima aún más y deje caer su cabeza hacia atrás y con sus manos agarra con fuerza la sábana…
-Te Estoy haciendo daño?... le Susurra a su oído
-¡No!, Continua, solo eso te pido, No Me Sueltes...

Fernando continua haciendo tales movimientos que hacen que Lucero clave sus uñas en la espalda de él, Con delicadeza Fernando sale de Lucero, y cae al lado de ella, ambos tenían la respiración entrecortada, se miraron fijamente y sonrieron:
-Segura que no te lastimé?, ni a ti ni al Bebé?...
-Segura, ambos estamos bien…

Fernando toma las sabanas y cubre a Lucero y luego se cubre él, con su pecho contra la espalda de Lucero, besa sus mejillas, su hombro, y con su nariz acaricia detrás de su oreja… susurrando le dice:
-Extrañaré esos gemidos de placer, te lo aseguro…
Lucero se ruboriza, pero aun así le responde:
- y yo Extrañaré que me hagas gemir de esta manera…
ambos sonríen y cansados quedan dormidos, abrazados, él con su mano postrada en el vientre de Lucero.