Capítulo 43

-Dónde estabas?- Preguntó Rebeca apenas entro Manuel a su casa.
-Por Ahí.
-Por ahí con Lucero?, Pasaste la Noche con esa zor..?
-No Rebeca!!!, Lucero no es como Tú. –Rebeca levanta su mano y con fuerza cachetea a Manuel.
-No seas Estúpido a mi me respetas.
-Y es que acaso dije algo que no fuera cierto? – En ese momento Rebeca de nuevo iba a cachetearlo pero él detiene su mano- Deja tus inmadureces y entiende que de lo que supuestamente tu y yo teníamos no queda nada. Manuel sube al cuarto a ducharse y Rebeca queda en la sala muriendo de rabia.

Por su parte Lucero en su casa:
-Nana, y Manuel?
-Se fue, o que esperabas qué estuviera aquí aún?
-Que te sucede Nana, te noto extraña.
-Mi Niña no te ilusiones de nuevo con Manuel.
-No No No Nana, obvio no, Manuel no entrara en mi vida sino como amigo, no más allá de eso.
-Segura?
-Segura, Nana no olvides que Tengo un hijo y que junto a él espero el regreso de Fernando.
-Ay Lucero!!!

En Inglaterra:

-Se encuentra bien?
-y Tú quién eres?
-Mucho Gusto me llamo Abie.
-Abie?
-Yes!!!, Abie.
-Bien, Abie, y qué hago aquí?
-Usted tuvo, eeeh accidente, accidente, si accidente.
-Pero que hago aquí? No sé quien eres.
-Es que Mi Madre y yo lo ayudamos, bueno, Toda mi Familia, pero ellos no hablan español, sólo yo entiendo su idioma.
-Ok Abie, necesito saber dónde estoy, no recuerdo nada.
-Ni Su Nombre?
-Si, me llamo Fernando, Creo.
-Bien Fernando, esto es Inglaterra, estamos alejados de las ciudades, mejor dicho, estamos en una finca. Pero le aseguro que lo hemos cuidado muy bien.
-Abie y el accidente lo tuve yo solo?
-Pues solo usted llegó hasta aquí pidiendo ayuda.
-No Venía una mujer conmigo?, Cabello claro, piel canela, ojos color miel, una sonrisa así hermosa?
-No, No señor, usted venía solo, por?
-Es que cuando duermo recuerdo la imagen de una mujer, hermosa y sonriente, una voz melodiosa, pero no recuerdo su nombre.
-Bonita?
-Bonita quién? Ella? si muy hermosa…
-No No Señor, así la llamaba usted mientras deliraba.
-Bonita?, así le decía? Bonita…
-si señor y creo que es alguien importante porque cuando la menciona sus ojos brillan, y su sonrisa también.
-Pero no recuerdo su nombre.
-lo recordara, mientras tanto voy a decirle a mi madre que usted ya despertó.

Aquella jovencita salió de la habitación donde se encontraba Fernando, él quedó pensando en la hermosa mujer que no dejaba de dar vueltas en su cabeza.