viernes, 4 de julio de 2014

Capítulo 38

José Miguel había tenido un agradable progreso, por esta razón le dieron la salida de la clínica, esperándolo en su casa con una hermosa decoración, la Felicidad de Lucero era inmensa, pues ya tenía a su hijo en casa, aunque la dicha no era completa; transcurridas unas horas, Los hombres que habían estado buscando a Fernando llegaron hasta la casa de Don Antonio, reunida la familia en la sala le dieron el parte:

-Las Noticias no son alentadoras.-Empezaron los hombres a narrar cómo y en qué lugares había buscado a Fernando- Pero no encontramos al señor por ningún lado.
-Noooo, ¡eso es mentira!- Gritó Lucero y abrazó a su padre llorando en su hombro.
-Ustedes disculpen, hicimos todo lo posible, pero el Señor Fernando Colunga sigue desaparecido, aunque las autoridades Inglesas lo dan por Muerto.

La última frase genero el llanto en las mujeres presentes, pero Lucero además de dolor, se llenó de ira, se soltó de los brazos de su padre y lo miró:
-Papá todo esto es tu culpa, Fernando estaría aquí con nosotros, pero por tus tontos pensamientos e ideas rebuscadas, acabaste con la vida de Fernando.
-Hija Cálmate, no te puedes exaltar.- Ofelia tranquilizaba a Lucero, mientras se la llevaba para su cuarto.

En la sala quedaron Margarita y Don Antonio, ya lo hombres se habían ido:
-Antonio, qué fue eso?
-Margarita debo decirte algo, y sé que al igual que Lucero me vas a reprochar.-Antonio le contó lo que había hecho con Fernando, pero que se había dado cuenta de lo buen hombre que era. Margarita no le reprochó, solo se sentó en uno de los muebles a llorar sin consuelo.

En la Habitación se encontraba Lucero, cargó el bebé y se sentó con él en brazos, lo miraba mientras las lágrimas caían en el rostro de José Miguel:
-Mi Príncipe, tu papá de donde quiera que esté, está cuidando de nosotros, algo me dice que él no está muerto, no quiero creer que ya no volveremos a ver a tu papito.

Manuel se enteró de lo sucedido, y como lo había pensado Rebeca, así pasó, Él llego hasta la casa de Lucero:
-Lucero, Cómo has estado?
-Cómo crees?
-Pues, me enteré de lo que sucedió con Fernando, además me doy cuenta que ya nació tu hijo.
-Si Manuel, todo pasó muy rápido, pero no pierdo las esperanzas de que Fernando aparezca.
-Pero Lucero…
-Pero nada Manuel, algo me dice que Fernando está vivo, bien si me crees, bien si no.
-Tranquila vengo para ponerme a tu disposición, estaré pendiente de ti y de tu hijo, una vez te dije que yo puedo ser el padre de Tu bebé, y lo cumpliré.
-Yo no quiero que cumplas nada, mi hijo tiene un Padre, que aunque muchos digan que está muerto, yo no lo siento así. Además Tu Tuviste una oportunidad y la dejaste ir.
-De qué Hablas??
En ese Momento Lucero reaccionó ante lo que le había dicho a Manuel:
-De que hablo?, Manuel esa oportunidad la perdiste cuando te enredaste con otra persona, por favor me puedes dejar sola con mi hijo.
-Está Bien.

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