"Capítulo dedicado a la cansona mas cansona por WhatsApp... Majo este Capítulo es Suyo Pues... La Quiero Mucho"
El día comenzaba a oscurecer, Una fuerte lluvia comenzó a
caer en la hacienda, Lucero se fue para el cuarto, aquel cuarto donde dejó ver
su desnudez a Fernando, pero esta vez estaba ella sola, acostada en su cama,
escuchó un ruido extraño a las afueras de la casa, lo que la asustó un poco,
miró por la ventana y vio que un pequeño tronco estaba ocasionando daños en su
camioneta, ella se puso algo para taparse del agua, corrió y salió entre la
lluvia, arregló aquello y se entró. Ya estaba algo oscura la hacienda, la noche
había llegado, con la lluvia su cabello se había esponjado, decidió lavarlo y
dejar sus rizos, lo peinó un poco y lo acomodó, pero no lo alisó, lo dejó al
natural, además se puso su pijama, En ese momento un relámpago hace que la luz
mengüe un poco, de nuevo corre a la ventana pero esta vez ve a una persona
corriendo hacía la entrada, pensó que pudo haber sido alguno de los
trabajadores o eso era lo que la tranquilizaba no quería asustarse ella misma
pensando cosas.
-Tranquila Lucero, todo está bien, mejor vamos a dormir mañana será un nuevo día- decía mientras se acostaba, los relámpagos cada vez eran más seguidos, pasados unos minutos Lucero se queda dormida, aquel hombre entra de la manera más silenciosa posible, había dejado parte de su ropa afuera pues estaba mojada, dejó todos los abrigos que traía para no mojarse, Era Fernando aquel hombre, su camisa estaba desabotonada, dejaba ver sus abdominales bien formados, aquellos que no se desvanecieron ni siquiera con los cinco meses en cama.
-Tranquila Lucero, todo está bien, mejor vamos a dormir mañana será un nuevo día- decía mientras se acostaba, los relámpagos cada vez eran más seguidos, pasados unos minutos Lucero se queda dormida, aquel hombre entra de la manera más silenciosa posible, había dejado parte de su ropa afuera pues estaba mojada, dejó todos los abrigos que traía para no mojarse, Era Fernando aquel hombre, su camisa estaba desabotonada, dejaba ver sus abdominales bien formados, aquellos que no se desvanecieron ni siquiera con los cinco meses en cama.
-Quien eres Tu?
-Bonita!!!- en ese momento ella corre hasta el otro lado de la habitación.
-Debo estar soñando, Fernando ya no está, vete de aquí no me hagas daño.
-Amor Tranquilízate soy Yo, Mírame.
-Fernando?, estás vivo!!!- Lucero corre hasta los brazos de Fernando, lo abraza y en un beso apasionado comienza a llorar- Lo Sabía, sabía que estabas vivo, algo aquí en mi pecho me gritaba esa esperanza.
-Estas Hermosa Lucero, mírate.
-y a ti que te pasó? No te reconocí con esa barba y ese cabello.
-eso te lo cuento mañana, solo déjame abrazarte, déjame sentirte aquí a mi lado.
-Tú sabes a que vine hasta aquí?
-Creo que sí, pero ya no debes mantener vivo un recuerdo, crearemos un nuevo momento para recordar- Lucero sonríe, ambos saben que es lo que piden sus cuerpos. Él la besa, un beso que no duró mucho en los labios, Fernando le besa el cuello a Lucero, luego la carga en sus brazos y la recuesta en la cama, se le acerca al oído y de una manera seria le dice:
-No sabes las ganas que tenía de llegar y hacerte el amor.- Lucero estaba como en un sueño, ella sigue sonriendo.
-Te Extrañé, extrañé ser tuya.Fernando toma con las dos manos el rostro de Lucero, luego la rodea con sus musculosos brazos, no quiere dejar de besarla, la abraza fuerte, y hace que ella como de costumbre entierre sus uñas en la espalda de Fernando.
-Yo Extrañé que gimas así en mi oído-
aquí termina la faena de esa noche, Lucero cae agotada en la cama, Fernando se recuesta en su espalda y la abraza:
-Gracias por darme esta bienvenida.
-Bienvenida?, sabes cuantas noches soñé que aparecías?, muchas, muchas noches, pero mira esta bienvenida se dio de improviso.
-Quiero quedarme así toda mi vida, no me quiero separar ni un segundo de ti.
-Me Siento Tan Protegida si tú estás.
aquí termina la faena de esa noche, Lucero cae agotada en la cama, Fernando se recuesta en su espalda y la abraza:
-Gracias por darme esta bienvenida.
-Bienvenida?, sabes cuantas noches soñé que aparecías?, muchas, muchas noches, pero mira esta bienvenida se dio de improviso.
-Quiero quedarme así toda mi vida, no me quiero separar ni un segundo de ti.
-Me Siento Tan Protegida si tú estás.
De esta manera se quedaron dormidos, desnudos, Fernando
desde atrás rodeando el cuerpo de Lucero.
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