martes, 22 de julio de 2014

Capítulo 60:

Transcurrido la mañana Lucero sale de sus clases, al salir llama a Fernando:
- Hola Fer.
- Hola Hermosa, Voy por ti?
- Si Te Espero en el Parqueadero.
- Vale. Te Amo

Al poco tiempo de estar Lucero en el parqueadero se acerca Silvia.
- Profe, Veo que el destino quiere que nos estemos encontrando.
- Para que veas Silvia.
- Y su Auto?
- No demora en llegar por mi.
- A es que tiene chofer?
- No, como te parece que no, tengo un hombre a mi lado que se preocupa por mi, a mira! Allá viene, que estés bien.- Lucero se va y deja a Silvia con una sonrisa forzada, ella no podía disimular los celos que sentía.
- Hola Mi Príncipe.
- Qué hacías hablando con Silvia?
- Nada, Solo se me acerco y me saludó.
- No te dijo nada de lo de anoche?
- No, y no te preocupes, ya olvidé esas fotografías. Sabes mañana es sábado y no hemos alistado nada para ir a la hacienda.
- No Lo habrás hecho tu, porque yo ya tengo todo listo.
- Jajajaja Wow, eso me encanta de ti, que siempre tienes una As bajo la manga, Entonces hoy en la tarde voy a la oficina y dejo todo listo para no tener que preocuparme por nada, esta noche solo tendré cabeza para los dos hombres de mi vida.

Fernando dejó a Lucero en su casa, saludó a su hijo y se marchó a terminar de arreglar todo para que su visita a la hacienda fuera memorable.

Lucero en la tarde llegó a la oficina:
- Hola Ximena!
- Buenas Tardes Señora, mire alguien le dejó estas flores y esta nota.
-Gracias Ximena.- Lucero entró a su oficina intrigada por saber quién le enviaría ese detalle- Esto debe ser Obra de Fernando- Al abrir la tarjeta decía: “Verte sonreír ha sido el mejor regalo que me has podido dar, Sé que aporté un poco para que esa sonrisa brotara ayer en tus labios, Tu Felicidad me hace Feliz. Te Quiero en Silencio, Alonso.”- Alonso?, Dios, Alonso está enamorado de mi!!! Bueno debo aclarar esto, pero no será hoy, debo hacer muchas cosas para irme este fin de semana con mi Familia.

El día transcurrió muy normal, Lucero en su Oficina, Fernando ultimando detalles, al ser aproximados las 6 Pm Fernando llega en su camioneta a recoger a su mujer y su hijo, se dirigen a la Hacienda, al llegar, ya caída la noche, son atendidos por dos mujeres empleadas de la casa principal:
- Pensé que la Hacienda iba estar sola.
- Sabes que nunca lo está, además contraté estas dos mujeres para que nos ayuden este fin de semana y para que además estén al pendiente de este Campeón. Pero Ven sigue te tengo una sorpresa, bueno les tengo una sorpresa.
- De que se trata?
- Si te cuento dejará de ser sorpresa, ven sube.

Fernando llevó a Lucero y al bebé a una de las habitaciones continua a la habitación principal, estaba arreglada de la forma más tierna que pueda existir, pintada de blanco y azul, decorada con un sin número de juguetes y una hermosa cuna, en una de las paredes estaba colgado el nombre “José Miguel”. Lucero estaba sorprendida, sus ojos se llenaron de lágrimas, su rostro se iluminó de sonrisas:
-Esta Hermoso Mi Cielo!, Cuándo hiciste todo esto? Es… es… es encantador.
- Siempre te he dicho que ustedes son mi razón de vivir.- Tomando el niño en sus brazos- Este Campeón merece lo mejor y pues aquí en la Hacienda también tiene su propio espacio, así que como ya viene dormido lo dejaremos aquí descansando, y tu y yo vamos a ver otra sorpresa.
-Hay Mas?
Fernando toma de la mano a Lucero y la lleva a su habitación, estaba arreglada de manera sofisticada, de la puerta hasta la cama había un sendero en petalos de rosas rojas y velas blancas, las sabanas blancas cubrían la cama junto con más pétalos rojos, en una de las mesas había una botella de champaña junto con dos copas, Fernando cargó a Lucero en sus brazos, y camino por aquel lindo sendero, la puso de pie en medio de la habitación:
- Estoy muda.
- jajaja Por?, No Te Gustó?
- Me fascinó!!! Mi Cielo todo está Hermoso.
- Tu te mereces todo lo bonito de la vida.- Lucero acarició el rostro de Fernando y sonriendo besa su nariz, sus mejillas, su frente y al final su boca, un beso tierno y delicado.
-Gracias por hacerme sentir la mujer más amada del planeta.
-Gracias a Ti Por existir.

Lucero se acerca hasta la mesa donde estaban las copas, sirve un poco de champaña y le da de tomar a él, rosando con el orillo de la copa el labio de Fernando, él sujeta la copa y toma un poco de aquel líquido, ella sonriéndole coquetamente no deja de observarlo, Fernando pone su copa y la de Lucero de nuevo en la mesa, se dirige a desabotonar lentamente la chaqueta (chamarra) verde que ella lleva puesta, ella deja que él la desnude a su gusto, ella de igual manera quita la ropa de Fernando, él le colabora quitando sus zapatos y su pantalón, ambos estaban en ropa interior, Fernando la atrae hasta él para besarla, un beso apasionando, beso en el que juguetearon con sus lenguas, sus labios y sus dientes, las sonrisas de ambos se dejaba ver entre beso y beso, ella se aleja un poco y toma la mano de Fernando, caminando lo acerca hasta el orillo de la cama, estando ahí ella frente a él, Lucero baja lentamente la tira de su brasier, dejando a la vista de Fernando sus senos, esto lo excita y con sus manos comienza a acariciarlos, ella lo mira con deseo mientras muerde su labio inferior, ambos caen a la cama, él sobre ella, sin dejar de besarse, de repente él se levanta y va por la copa de champaña, le sonríe con picardía a Lucero y ella le responde de la misma manera, al acercarse comienza a rosear el frío líquido en el valle de los senos y abdomen de Lucero, deja la copa a un lado y con su boca comienza a lamer toda la champaña que había derramado, Ella por su parte no deja de acariciarle su cabello. Fernando continua su recorrido, llega al orillo del panty de Lucero, con ternura quita aquel pedazo de tela que le estorbaba, de nuevo se regresa hasta su boca y la besa profundamente, mientras él mismo quitaba su bóxer, 


Lucero levanta una de sus piernas y la acomoda de modo que abrazaba a Fernando por la cadera, esto facilitó que él entrara en ella lleno de pasión, la exclamación de placer en el rostro de ambos fue notorio, Fernando no detiene sus movimientos de vaivén, y al oído le dice a Lucero:
- Esto de sentirte mía es lo más placentero del mundo.-  En ese momento Lucero abre sus ojos, y le da la vuelta a Fernando quien ahora está debajo de ella, él acostado y ella a ahorcadas sentada sobre su erección, el sudor de su frente comenzaba a brotar, Lucero acaricia el pecho de Fernando, al igual que él masajea los senos, la cintura y la cadera de Lucero, los movimientos de ambos eran con más velocidad, de nuevo Fernando hace que Lucero se retuerza de Placer, ella trata de no gritar, sólo muerde sus labios, pero no lograba controlarlo, echa su cabeza hacia atrás con  un grito, con un Fuerte ¡Ah! le hizo saber a Fernando que había llegado al punto máximo de placer, él sonríe mostrándole a su bonita que él también lo había logrado, ella cae al lado de Fernando, sonriendo y sudando, ella se voltea quedando de espaldas, él la rodea con sus brazos y le besa su oreja y su mejilla, ella voltea su rostro y lo mira:
- Crees que me hayan escuchado?
- No Lo creo, y si lo hicieron no interesa, no estamos haciendo algo malo o si?
- Pues No, Pero…
- Pero nada Tu Eres la Señora de esta casa y nadie puede decir algo sobre esto.
- Ves, o sea que si me pudieron haber escuchado.
- Jajajaja y eso qué?, a mi parecer se te escuchó hermoso.
- Jajajaja Tan Bobo.


Las Sábanas solo cubrían la parte inferior de ambos, Fernando con su brazo cubría los senos de Lucero:
- Quiero acostarme y despertar todos los días así, a tu lado, sintiendo tu cuerpo junto al mío, llenarnos de hijos y…
- Fernando debo contarte algo.
- No Bonita ahora no, aún las sorpresas no terminan.
- Qué? Es en serio?
- Si y Muy En serio, solo que debemos esperar unos minutos, ven levántate.

Ella se puso la camisa de Fernando y su Panty, él solo se puso una toalla que lo cubriera. A los pocos minutos se escucha un Mariachi, Lucero se asoma un poco a la ventana y se voltea, sonríe y va se pone unos cortos shorts de pijama y él una pantaloneta. Ambos salen al balcón, tomados de la mano, sonriendo, luego él la abraza por la espalda:
-Esta es la otra parte de mi Sorpresa.- Ella no habla sólo sonríe. El Mariachi entonaba: Nos Estorbó la Ropa, Si Nos Dejan. Lucero desde el balcón les pide que toquen “Que Bonito Amor”, se pone a Frente a Fernando y comienza a Cantarla, La cara de él al escucharla cantar de nuevo mostraba estar cada vez más enamorado, los trabajadores de la Hacienda salieron a ver lo que estaba sucediendo y al ella terminar de cantar todos aplaudieron, ella sonrio y beso a Fernando. Ellos se entraron, él cierra la puerta del balcón se acerca a ella:
- Debo decirte algo muy importante.
- Algo importante?
- Si Lucero, algo que nos cambiará la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario