Capítulo 26

Al otro día Lucero se despertó primero que Fernando detallaba su rostro y sonreía, su mente le recordaba que a pocas horas estarían en el Aeropuerto despidiéndose y eso hacía que se acongojara… “No puedo creer que en tan poco Tiempo me hayas cambiado la Vida; han sido los mejores meses que he vivido, me has hecho sentir Realmente Mujer, has despertado sentimientos que creía muertos, me has Cambiado para Bien…” estando ella pensando eso cuando Fernando abre sus Ojos y la ve de frente, esos ojazos color miel que lo detallaban y con una sonrisa espontanea Lucero le demuestra que quiere estar de nuevo entre sus Brazos…
con su mirada Fija en los Ojos de Fernando y con voz suave le dice:
“Fernando Ámame Nuevamente” …  él sonriente la besa, y une sus manos a las de ella, pone una a cada lado, sus brazos abiertos, besos y más besos, el cuello de Lucero era un lienzo en el que Fernando con su boca creaba hermosos paisajes, así continua bajando, sus dientes dejaban caminos en el pecho de Lucero, la respiración de ella comienza a acelerarse; ella le da la vuelta de manera que él quede acostado en la cama boca arriba y ella sobre él a ahorcadas, Fernando fijando su mirada en los pechos de Lucero comienza a acariciarlos, mientras ella sin dejar de mirarlo muerde su labio inferior, acaricia de igual manera el pecho de Fernando, él desciende hasta las caderas de Lucero y con suavidad entra en ella, ambos fruncen el ceño y sienten la sensación de querer más, esta vez es Lucero quien tiene el control y con tenues movimientos hacia arriba y hacia abajo hasta lograr llegar al clímax, Fernando tomado de los glúteos de Lucero la atrae  hacia a él, ninguno de los dos quiere que ese momento termine, ella sin perder el control sigue con los movimientos, la respiración de Fernando es Incontrolable.

Ambos se miran y Fernando le exclama un Te Amo. Y Así con estas palabras Lucero cae al costado de Fernando, Sonriendo pero agitada…

Don Antonio llamó a Manuel para contarle lo que había hecho con Fernando, a Manuel no le pareció muy adecuado pero sí le causó tranquilidad, pues cría tener el camino libre para reconquistar a Lucero, aunque faltaba acabar con su matrimonio.
-Cómo hiciste eso?.
-Sabes bien las influencias que tengo en la Universidad, además allá todo se trabaja con dinero.
-Pero cuando Lucero se entere te odiara por eso.
-Me Lo Agradecera ya verás, ese muchacho no será impedimento.
-Antonio, espero que eso no sea para problemas, aunque si me alegra que ese pelado no este al lado de Lucero, así estaré al pendiente.
-Manuel nunca me has dicho por qué se dañó tu relación con mi hija.
-Cuando la reconquisté te lo contaré, por ahora quédate con saber que no será igual que aquella vez.

Por su Parte aquella despedida continuaba, Fernando se levantó de la Cama con su cuerpo desnudo, Lucero cobijada entre las sábanas le pregunta:
-Mi Cielo, ¿A dónde vas?...
- a Ducharme, Me Acompañas?... extendiéndole la Mano en señal de invitación, Lucero con su hermosa Sonrisa lo mira:
-Claro!!, quiero estar mas tiempo abrazada a Ti…
-En La Tina?
-No me agradan mucho las Tinas, Pero Contigo hago el esfuerzo.

Ambos desnudos, pero sin pena alguna, Abrazados se dirigieron al baño, pusieron a llenar la amplia tina, la cual burbujeaba, Fernando carga a Lucero y delicadamente la acuesta entre la burbujeante agua, luego entra en la tina, el recostado a las paredes de la tina y ella con su espalda apoyada en el Pecho de Fernando, él mete su nariz entre su pelo, inhala profundamente y queda como inmóvil al sentir el agradable olor de Lucero , Luego besa Su cuello, acariciando sus brazos, frotándola suavemente, Desliza las manos hasta su vientre y ahí sus manos la acariciaban con ternura y con nostalgia, Lucero Solo cierra Los Ojos e inclina su cabeza hacia atrás, apoyándola en el hombro derecho de Fernando, deja Rodar Una lagrima la cual se mezcla con el agua, es inevitable la tristeza que ambos sienten al ver que la hora del viaje se acerca…

-Quiero detener el Tiempo y creer que no te vas, que es solo un sueño y que vas a estar aquí para ver juntos como crece nuestro bebé…
-Bonitaaaaa, no no llores (secando la lagrima de Lucero) piensa que en estos seis meses me estarás dando las mejores noticias del Mundo, todo acerca de cómo va nuestro Futbolista o nuestra actriz. Te amo…

Terminan de bañarse y se dirigen a cambiarse, así fue aquella despedida entre la profesora de Contabilidad y su alumno.